Raúl Flores Martínez.
La expansión de las rutas del crimen organizado para el trasiego de estupefacientes a Estados Unidos de Colombia, Ecuador y México, es un reto para las autoridades que deben estar pendientes con la creación de nuevas rutas en territorio nacional.
De acuerdo con los informes de inteligencia de la Armada de México, la ruta del norte de Sinaloa en el “Mar de Cortés” a partir de 2019, es la más empleada para traficar estupefacientes desde las zonas de producción de drogas sintéticas principalmente, la metanfetamina.
En este corredor de movilidad marítima, se logró el aseguramiento de 2 toneladas 746 kilos de metanfetaminas en 5 eventos, de los cuales 4 fueron bajo la modalidad de “Lancha Go Fast” con dos o tres motores fuera de borda en 2019.
Para 2020 los constantes patrullajes aéreos y marítimos de la Armada de México a través de la Fuerza del Pacífico, logró el aseguramiento en tres eventos de 3 toneladas 270 kilos de metanfetaminas transportadas en distintas embarcaciones.
Las estadísticas de la Oficina de Operaciones en Campo de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos de Estados Unidos, señala que, en el año fiscal 2020, se decomisaron 59 toneladas de distintas drogas entre las que destacan metanfetaminas, CHC, THC, heroína, etc. Es decir, 1.5 veces mayor volumen que las 34.3 toneladas confiscadas en el 2019 y seis veces más que las 9.8 toneladas incautadas en 2014.
Por su parte, el Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo (CMCON) de Colombia con base en los informes de intercambio con la Armada de México, dio una voz de alerta, donde señala que un aumento sustancial en la utilización del Golfo de California para el trasiego de metanfetaminas con destino a Estados Unidos”.
“Existe una tendencia al alza en el flujo de cargas de metanfetamina desde México utilizando el Golfo de California, con el fin de llegar a la frontera con Estados Unidos donde el tráfico interno busca llevar dichas cargas a puertos en California y así posicionar los estupefacientes en los mercados asiáticos y de Oceanía”.
Con el incremento en el costo del gramo de droga sintética en Estados Unidos, los laboratorios clandestinos instalados en el “Triángulo Dorado”, se dedican de lleno a la producción de metanfetaminas que son enviadas en distintos horarios a las rutas del Golfo de California.
Al trasiego de droga, se le une la pesca furtiva de la totoaba en el santuario de la vaquita marina, este pez endémico que en Asia tiene un valor que oscila entre los 500 y 10 mil dólares por un kilo del buche de esta especie de pez en México, llevarlo al extranjero su valor se puede hasta quintuplicar para llegar a un costo de cien mil dólares.
Ahora la pesca furtiva de la totoaba y el trasiego de estupefacientes por las rutas del Alto Golfo de California, son un reto para las autoridades que siguen señalando que no pasa, que todo está bien, solo en su imaginación.
