Por. José C. Serrano
En entrevista reciente el historiador Javier Rico Moreno, catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha expresado que prepara un libro acerca de la historia cultural de la soledad en occidente; sostiene que es necesario que se emprendan estudios serios acerca de la soledad.
Destaca que a escala global están ocurriendo experiencias derivadas de la contingencia sanitaria provocada por la presencia del llamado Covid-19. “Lo peor sería que nos acerquemos a un retorno a las actividades presenciales sin entender qué fue lo que nos sucedió como sociedad”.
Por todo ello hay que reflexionar, indagar, hacer mucho trabajo para saber qué está sucediendo en cuanto seres humanos y, sobre todo, desentrañar la gran incógnita: ¿por qué prevalece el sentimiento de soledad? Hay que explicar que la soledad que se experimenta como un padecer tiene que ver con el desamparo: la pandemia no estaba en el horizonte ni en las expectativas de los habitantes de este planeta. La gente podía esperar un cambio de gobierno, un cambio de modelo económico, el cambio climático, pero el coronavirus resultó ser algo nuevo, inédito.
Ante este panorama, la pandemia deja a la población al borde de un constante temor: no hay garantía de que no aparezcan nuevos virus que la mantengan sujeta a una situación de riesgo.
De manera inmediata la preocupación del historiador y varios de sus colegas de la UNAM, se centra en el desempeño académico de sus estudiantes, muchos de los cuales han externado la idea de darse de baja, porque sienten que no están aprendiendo lo mismo que de manera presencial.
Para cerrar la entrevista de medios, Javier Rico Moreno sostiene que “hace falta como una suerte de antídoto contra la soledad, una forma nueva o más fecunda de comunicación”, sin que esté de por medio una pantalla que obstaculiza el intercambio de sentimientos y emociones.
El historiador, de 63 años, obtuvo en 2018 el premio Edmundo O’Gorman que otorga el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a la mejor tesis de doctorado en el área de teoría de la historia e historiografía por su trabajo Poesía e historia en el Laberinto de la soledad de Octavio Paz.
Javier Rico Moreno explora fenómeno y dialéctica de la soledad a través de distintas formas de expresión (el mito, las prácticas ascéticas, la mística, la poesía). Sugiere el estudio del fenómeno mediante la convergencia de distintas perspectivas para integrar una historia de la soledad.
“A partir de la distinción entre sus aspectos objetivo (estar solo) y subjetivo (sentirse solo) se aprecia la significación histórica que ha tenido en distintas épocas. De ahí que una indagación histórica de la soledad contribuye no sólo a ampliar las dimensiones de la historia cultural, sino también en un sentido más específico a la integración de la historia de las emociones”.
Perfilar una historia de la soledad entraña algunas dificultades: a nivel del sentido común, cualquiera es capaz de referir experiencias, propias o ajenas, que parecen indicar en qué consiste. No obstante, tan pronto como se impone la necesidad de distinguir entre sus aspectos objetivo y subjetivo, el asunto se torna complejo, pues estar solo y sentirse solo son dos situaciones distintas.
Hay la soledad buscada, deseada y, la soledad que se padece, porque equivale al abandono, al desamparo. Pero en ambas situaciones se evidencia que la soledad no es suficiente en sí misma, requiere siempre de su contrario. La renuncia de lo de fuera es condición para privilegiar lo de dentro.
La soledad buscada no prescinde de las relaciones ofrecidas por el ambiente y la vida cotidiana, sino se perfila con miras a otros nexos con seres del pasado y del porvenir, con los cuales es posible una forma nueva o más fecunda de comunicación. El prescindir de las relaciones convencionales es, por tanto, la tentativa de liberarse de ellas con el objeto de estar disponible para otras relaciones sociales.
