Carlos Arturo Baños Lemoine.
Buenas noticias nos llegan desde los EEUU, específicamente del Estado de Misisipi. Un nuevo triunfo de la cordura frente a la “ideología de género”.
Resulta que, hace unos días, el Gobernador del Estado de Misisipi, Tate Reeves, firmó aprobatoriamente la Ley SB 2536 (Ley de Justicia de Misisipi), que fue aprobada por los legisladores estatales el pasado 11 de febrero. Esta ley les prohíbe a “las niñas transexuales” (realmente varones) competir en justas deportivas femeninas. La razón es sencilla: la complexión física es distinta y pone en desventaja a las niñas, a las niñas naturales, a las niñas biológicas; la competencia, pues, no es justa.
La masa músculo-esquelética y la carga hormonal operan a favor de los varones, y resulta injusto que éstos compitan con féminas de su misma edad y categoría deportiva sólo porque se consideran a sí mismos como “féminas”. Una cosa es la biología y otra la capacidad de fantasear.
Cada persona puede creer ser lo que quiera en su ámbito privado. Y puede haber muchas personas que compartan la misma ficción y, en el ámbito privado grupal, esta ficción puede tener validez. Pero resulta improcedente que, en el ámbito de lo público, las autoridades obliguen a todo el mundo a aceptar las ficciones de unos cuantos como verdad objetiva y como valor jurídico. Ésta es la esencia del problema.
La iniciativa recién aprobada en Misisipi, Estados Unidos, convierte a esta entidad en la primera de su tipo: es la primera entidad que avala una legislación así. En 2020, Idaho avaló una ley similar, pero un tribunal federal suspendió su aplicación y aún no se ha promulgado: sigue en litigio. El mes pasado se intentó, sin éxito, tanto en Dakota del Sur como en Utah. Y, por fortuna, otros 25 estados de la Unión Americana también están considerando aprobar leyes similares.
Al aprobar Ley SB 2536, el Gobernador Tate Reeves sostuvo: “Firmaré nuestro proyecto de ley para proteger a las niñas de ser obligadas a competir con varones biológicos en las competencias atléticas. Es una locura que tengamos que abordarlo, pero la Executive Order de Biden nos obligó a pronunciarnos”.
Por su parte, la Senadora Angela Hill, promotora del proyecto de ley, sostuvo: “Si no nos movemos para proteger los deportes femeninos de los machos biológicos, que tienen una ventaja fisiológica injusta, eventualmente ya no tendremos deportes femeninos”.
Aplausos, pues, para las autoridades de Misisipi, por actuar con objetividad y cordura. Esperemos que esta clase de acciones se replique por todo el mundo. Poco a poco, la cordura debe imponerse a las sinrazones de la “ideología de género”.
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Este artículo de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.
