Rubén Cortés.
México dedica 28 mil soldados a perseguir migrantes, y a decenas de miles a hacer de albañiles y recoger sargazo; mientras 35 por ciento del país es controlado por crimen organizado, según el Comando Norte de Estados Unidos.
Trump lo festejó el martes en Fox News:
“El presidente de México es un gran caballero: me tenía 28 mil soldados en la frontera mientras yo construía el muro”.
El Comando Norte de Estados Unidos informó, también el martes, que “las organizaciones criminales transnacionales operan en áreas no gobernadas de México: entre un 30 a 35 por ciento del territorio, y eso es síntoma de un problema más grande”.
Y la DEA apunta en su informe Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas 2020 que los cárteles Sinaloa, CJNG, Beltrán Leyva, Noreste, Zetas, Guerreros Unidos, Golfo, Juárez, La Línea, Los Rojos y Familia Michoacana son “la mayor amenaza para EU”.
Esos cárteles controlan el mercado de drogas en Estados Unidos, con rutas de transporte, comunicación avanzada y afiliaciones con grupos criminales y pandillas locales.
Y, en México, esos mismos cárteles generan los índices de violencia y crímenes más altos en el último siglo, con una tasa de 28 homicidios por cada 100 mil habitantes: una tasa cinco veces superior a la tasa mundial de seis por cada 100 mil habitantes.
De acuerdo con números del propio gobierno mexicano, en 2020 se registraron 34 mil 515 homicidios: un promedio de 100 asesinatos diarios, entre los que figuraron un exgobernador, seis periodistas, tres alcaldes, 500 policías, mil niños, tres mil 500 mujeres…
Sin embargo, el Ejército está dislocado mayormente en las tareas por las que Trump considera al presidente “un gran caballero”, así como en la construcción de las grandes obras del gobierno, como el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y sucursales bancarias.
En rigor, los militares mexicanos están más enfocados a hacer negocios, porque, por una disposición del presidente, serán para el Ejército las ganancias que generen el aeropuerto y el tren, previo pago de mantenimiento y demás insumos.
Además, el gobierno le aumentó al Ejército la partida secreta de fondos (Fideicomiso de Administración y Pago de Equipo Militar), que creció mil por ciento: en diciembre de 2018 tenía cinco mil 40 millones de pesos; hoy tiene 48 mil 779 millones.
Aunque lo peor es que, mientras hay más inseguridad, el 35 por ciento del país es ingobernable y el Ejército construye, hace negocios, vacuna y recoge sargazo, el presidente advirtió ayer que “tenemos que estar preparados para una crisis económica”.
Y teniendo en cuenta que la economía bajó a cero en 2019, y a menos 13.5 en 2020, quiere decir que esos dos años fueron maravillosos, comparados con lo que adelanta el presidente.
Estamos atrapados.