Nicaragua.- Los meteoros Eta e Iota azotaron Centroamérica a principios de noviembre. Pese al tiempo transcurrido, en la costa norte del Caribe nicaragüense todavía hay unas 500.000 personas que dependen del agua de lluvia para su consumo y saneamiento y 1,8 millones más precisan ayuda humanitaria, informa la agencia para la niñez. Con la llegada de la temporada seca, es urgente acelerar los trabajos para mejorar el acceso al agua y la comida.
El paso de huracanes Eta e Iota por Centroamérica en noviembre de 2020 impactó a siete países. Nicaragua fue uno de los más afectados con un nivel de destrucción que aún hoy, a cuatro meses del siniestro, coloca en riesgo a medio millón de personas que habitan en la costa norte del Caribe y que carecen de agua, dijo este viernes la directora regional para América Latina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Al terminar una visita de seis días las comunidades damnificadas, Jean Gough aseguró que el gobierno nicaragüenses y sus socios humanitarios han logrado avances importantes en la respuesta a las necesidades inmediatas de la población y en la reconstrucción de la infraestructura dañada, que incluye escuelas, viviendas e instalaciones de agua.
Con información de la ONU