Rubén Cortés.
Ya con México alineado públicamente al Eje del Socialismo del Siglo 21 (en los discursos conjuntos durante la visita del presidente de Argentina) se transparentan más las coincidencias del proyecto mexicano con el de Hugo Chávez, que arruinó a Venezuela.
Dijo el Jefe del Ejecutivo de México esta semana:
“Antes a los inversionistas extranjeros sólo importaba saquear a México, nos veían como tierra de conquista. Todo eso ya se terminó. A robar a otro lado, aquí ya no se permite la corrupción”.
Dijo Hugo Chávez el 11 de junio de 2008:
“El único objetivo de los inversionistas extranjeros ha sido llevarse de Venezuela todo el dinero que pertenece al pueblo; por eso los inversionistas extranjeros ya no tienen cabida aquí, en nuestra patria soberana”.
El resultado del librito chavista en México ya se está viendo, en apenas dos años de este gobierno:
El Producto Interno Bruto del país en 2020 tuvo un desplome de 8.5 por ciento, el mayor registrado desde 1932, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en sus números sobre el cuarto trimestre de 2020.
Ese derrumbe, que fue de 8.5 por ciento del PIB, superó al 6.3 por ciento de 1995 causado por el tristemente célebre “Error de diciembre”, y el del 5.1 por ciento de 2009, provocado por la amargamente recordada “Crisis hipotecaria de 2008”.
Sin embargo, el resultado del librito chavista en Venezuela ya se vio:
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2019-2020 (realizada por las tres de las Universidades más importantes de Venezuela: Católica Andrés Bello, Central de Venezuela y Simón Bolívar), indica que el país alcanzó el nivel de pobreza más alto en su historia.
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, ya superó a Haití y Nigeria en materia de pobreza y desigualdad. La tercera parte de sus niños menores de cinco años registran desnutrición crónica; y cuatro millones dejaron de ir a la escuela.
La actual quiebra absoluta de Venezuela como país, tiene origen en la expulsión de los inversionistas extranjeros y el aplastamiento de los empresarios nacionales, como empieza a hacer México, según anuncia gradualmente el gobierno.
A la entrada de Venezuela al Socialismo del Siglo 21, con la llegada al poder de Hugo Chávez, el país tenía 12 mil industrias propiedad de empresarios privados cuatro mil: hoy quedan únicamente cuatro mil, según la agrupación industrial Conindustria.
Sólo de 2002 a 2016, el Socialismo del Siglo 21 expropió 692 empresas a capitales privados, sin pagarles nada, por lo que aún les debe 15 mil millones de dólares, al igual que debe todavía el socialismo cubano 10 mil millones a quienes expropió en 1960.
La única diferencia con México es que…
México va más rápido.