Raúl Flores Martínez.
No hay cifras exactas, no hay investigaciones que sean creíbles en el Estado de México para apoyar a las familias que tienen a una persona desaparecida, esto a pesar de que las propias familias hacen con sus recursos las investigaciones.
Qué tan mal están los elementos de las policías de investigación que deben de pedir dádivas para trabajar, cuando ellos reciben un sueldo que oscila entre los 12 y 15 mil pesos, más lo que roban a los ciudadanos mediante extorsiones.
No es desconocida la forma de trabajar que tiene una red de corrupción integrada por elementos de las policías municipales de Ecatepec, Tecámac, Chimalhuacán, Los Reyes La Paz, Ixtapaluca, Valle de Chalco y Chalco que, junto con elementos de la policía de investigación mexiquense, ministerios públicos y jueces, para obtener recursos con la vieja acusación de la extorsión.
Esta vieja práctica que se sigue dando en el oriente del Estado de México, que de 2018 a 2020 llevó más personas detenidas y encarceladas en los diversos penales mexiquenses por delitos de extorsión con condenas de 30 años, algo que, si usted se da cuenta, es ilógico el incremento potencial de este delito.
Ya es necesario que algunas instituciones como el Centro Nacional de Inteligencia o los integrantes de la División Científica de la Guardia Nacional, se infiltren es esta corporación para sacarle los trapitos al sol a la Fiscalía Mexiquense.
Quienes saben del tema de seguridad, dicen que esto que les comento que deberían hacer, ya lo hicieron meses antes, incluso se tienen nombres de integrantes, mandos con videos e intercepción de llamadas donde se dan a conocer desde homicidios, robos, secuestros y extorsiones de los propios elementos ministeriales y sus llamados izquierdos.
Ante estas viejas prácticas, se han hecho a un lado las investigaciones para encontrar a personas desaparecidas en el Estado de México que desde hace más de una década ocupa los primeros lugares de inseguridad y mujeres desaparecidas.
Desaparecidas y feminicidios que engrosan las carpetas de investigación en el país, más en el Estado de México. De acuerdo con cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, de la Comisión Nacional de Búsqueda, de enero a diciembre del año pasado desaparecieron al menos 15,565 personas, 23% menos que lo registrado en el mismo periodo del 2019, cuando los datos arrojaron 20,281 casos.
Y aunque más de la mitad (56.6%) de las personas reportadas en el 2020 como desaparecidas o no localizadas fueron encontradas (8,812), las cifras también señalan que 6,753 personas siguen sin aparecer. Cabe destacar que 680 personas fueron localizadas, pero sin vida.
Del total de los casos reportados, 60.41% eran hombres, y tres entidades acumularon 51.3% de las personas desaparecidas en el país: Estado de México (3,577), Jalisco (3,257) y Ciudad de México (1,159).
Como lo indican las cifras, el mayor porcentaje se encuentra en el Estado de México, una entidad donde sus Ministerios Públicos y elementos de Policía Ministerial, no se mueven sin las migajas que exigen a los ciudadanos, no se mueven si no extorsionan o sacan provecho de aquellas personas que están desgarradas por la ausencia de su ser amado.