Rubén Cortés.
Avezada como es en hacer ganar a candidatos sin que éstos tengan residencia acreditada, la autollamada “Cuarta Transformación” preparó al vapor al virtual presidente de Ecuador, quien todavía vive aquí, y hasta tiene que votar en el consulado de su país.
Sin el tiempo de residencia preelectoral a que obliga la ley ecuatoriana para aspirar a ser presidente, Andrés Arauz está todavía tan desconectado legalmente que ni siquiera pudo votar en la primera vuelta de las elecciones.
Como candidato del “Socialismo del Siglo 21” (del que el actual gobierno mexicano es abastecedor de recursos y logística hoy en América Latina) sus ideólogos armaron aquí la candidatura de Arauz, por idea del expresidente Rafael Correa.
Porque la actual administración mexicana lo que menos cumple es su cuento de caminos de que “la mejor política exterior es la política interior”. Claro que sí tiene política exterior: muy activa y poderosa en favor de extender el “Socialismo del Siglo 21”.
El expresidente de Bolivia Evo Morales lo explicó el fin de semana pasado:
“Cuando llegué a México tuve una reunión con el canciller de México y en una reunión me dijo que Estados Unidos iba a dividir a la bancada del MAS, porque Estados Unidos no quería que yo volviera a Bolivia”.
En un doble juego temerario de política exterior intervencionista en asuntos de otros países, nótese la infidencia del canciller de México, al revelarle a un aliado ideológico (como Evo Morales), lo que sabía de otro aliado ideológico (como Trump).
A la vez que el gobierno de México ponía al tanto a Evo Morales de los planes de Estados Unidos, el gobierno de México hacía campaña en favor de la reelección de Trump, y era felicitado públicamente por éste, debido a su buen comportamiento como aliado.
“Estoy usando a México para proteger nuestra frontera. México nos está mostrando gran respeto y yo los respeto a cambio. Le agradezco a México por poner a 27 mil soldados a impedir que entren migrantes por nuestra frontera sur”, repetía Trump.
Y (hoy con Arauz en Ecuador, como ayer con Evo Morales en Bolivia) el actual gobierno mexicano interviene durísimo en el exterior para ampliar la influencia del poder del Eje México-Caracas-La Habana.
Arauz residía aquí, y la ley ecuatoriana exige que los candidatos deben haber vivido en Ecuador antes de la elección en las circunscripciones por las que se presentan. Pero el Consejo Nacional Electoral le permitió de última hora.
Por ley, sólo puede votar en el consulado de Ecuador en México. Aún así, ganó por más de 10 puntos la primera vuelta electoral, aunque sin margen necesario para impedir la segunda vuelta.
Pero es el favorito allá.
Y el favorito de aquí.