Francisco Garfias.
Acusar públicamente a la DEA de haber “fabricado” las acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero al General Cienfuegos es el peor error de política exterior que ha cometido el actual presidente de la República.
Ese pronunciamiento de AMLO, a cinco días de que el demócrata Joe Biden asuma la presidencia de Estados Unidos, no solo es un desafío al poderoso vecino del norte , sino que rubrica el fin de la luna de miel del mandatario mexicano con la Casa Blanca.
Estados Unidos ya reviró. Se reserva el derecho a reiniciar el proceso de Cienfuegos, si México no lo hace, advirtió en un comunicado.
Del lado mexicano sabemos que en la cancillería se planteó, al más alto nivel, la intención de reformular la política de cooperación con los vecinos del norte.
La idea no es generar una escalada sino promover reciprocidad en la cooperación.
Durante décadas, las prioridades de México –tráfico de armas y dinero ilícito– no se han atendido.
Las cosas que Washington pide son extradiciones, capturas de capos, y más operativos “y México jala”.
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¿Por qué fabricaría la DEA un caso de narcotráfico y lavado de dinero contra el ex secretario de la Defensa de México?
Las explicaciones que dio ayer el presidente no convencen. Mezcló la detención del General Cienfuegos, en octubre, con las elecciones en aquel país.
En la búsqueda de una respuesta interrogamos a Ignacio Morales Lechuga, ex titular de la PGR y ex embajador en Francia. El abogado y diplomático separó el tema político de lo jurídico-procesal.
Dijo de lo político:
“Se decía que el presidente tenía una relación del casi casi de Síndrome de Estocolmo con Donald Trump. Era su secuestrado y quería quedar bien con él.
“Ya se le fue Trump. ¿A quién le encargamos ese síndrome, porque es la manera como él funciona? Ah pues al Ejército y ahora el Ejército está en todo y para todo.”
El también ex rector de la Libre de Derecho dice que desde el punto de vista interno, el caso Cienfuegos va a ser negativo para el presidente, pero que en lo externo es “un desastre” para la política exterior.
“De haber pasado de ser un incondicional y sumiso con el presidente Trump, ahora adopta una posición ultranacionalista y, en algunos puntos, hasta retadora y grosera con Biden, que no le ha hecho nada.
“Ir a apoyar a Trump en campaña, no otorgar reconocimiento Biden en forma oportuna, sacar la Ley que establece límites a los agentes extranjeros, y ahora la resolución de la Fiscalía General de la República, el decir que la DEA inventa, todo eso me parece una bofetada a los vecinos”, puntualizó.
Agregue que el presidente, sin consultarlo con Washington, abrió el expediente que sirvió a Estados Unidos para capturar a Cienfuegos en Los Angeles el pasado mes de octubre.
Morales Lechuga hablo de ese expediente que ya leyó. Dijo que no es suficientemente fuerte.
“Se basa principalmente en testigos protegidos que, muchos de ellos, hacen declaraciones falsas que no tienen un amarre con otras pruebas”, dijo.
Hizo notar que las pruebas contenidas por la DEA en territorio nacional se obtuvieron con violación al Tratado de Asistencia Jurídica Mutua.
“La DEA tenía que haber notificado al gobierno de México sobre la investigación y eventualmente sobre la necesidad de apoyo del gobierno de México, para obtener esas pruebas”, puntualizó.
Otro punto a destacar es la rapidez con la que se exoneró al general. Otra vez aparece la sombra del secretario de la Defensa casi ordenándole al presidente que se archive eso. La sospecha de una exoneración negociada.
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Los efectos se van a reflejar en una presión directa a México por la falta de resultados en el tema del control de drogas.
En Washington van a ver números. En dos años de la 4T el aseguramiento de droga, detención y desmantelamiento de narcotraficantes, anda por los suelos. “Históricamente como de los peores gobiernos”, dijo.
Y más: “Van a decir que el saludo a la abuelita, la liberación del Chapito, establece una relación cercana, un vínculo que debe investigarse entre el jefe de Estado Mexicano y el narcotráfico.
Un termómetro de cómo anda la relación son las declaraciones que hizo el embajador Christopher Landau antes de dejar nuestro país. Sostuvo que México no ha integrado los expedientes para solicitar la extradición de los traficantes de armas.
La plática con el ex procurador finalizó con una advertencia sobre los riesgos de involucrar a los militares en tareas que no les corresponden.
“Hay dos instituciones en México que cuando ganan terreno ya no lo sueltan: el ejército y el clero.”
FIN.