Francisco Garfias.
Cristóbal Arias, aspirante morenista a la gubernatura de Michoacán que punteaba en las encuestas, cruzó El Rubicón, después de que el dedo de Mario Delgado, disfrazado de encuesta, apuntara hacia Raúl Morón.
La mañana de ayer se entrevistó con el presidente estatal del PRI, Jesús Hernández Peña, sobre una posibe postulación por ese partido o, si se puede, por la alianza Va por México.
El senador con licencia ya fue invitado oficialmente por la obradorista Fuerza por México para que sea su candidato, según el fundador de ese partido, Pedro Haces.
Arias, por cierto, también se reunió con Gerardo Islas. El dirigente del nuevo partido subió a twiter la foto con Cristóbal.
Sobre su futuro, Arias nos dijo:
“La gente me está pidiendo que vayamos a luchar por la gubernatura, por las candidaturas a diputados federales, locales y por los ayuntamientos”.
Y más: “Ya hoy tuve un primer encuentro a nivel estatal, no se si después con el nacional, con el presidente estatal del PRI. He estado recibiendo invitaciones de otros partidos, incluso de los nuevos. Vamos a ver en su momento. Pero de que vamos, vamos…”.
–¿Irías por la alianza PRI-PAN-PRD? –le preguntamos.
–No estoy descartando nada, ni a nadie. Estoy abierto a platicar, a valorar, a llegar a los acuerdos. Si es con el PRI con el PRI; si es con la alianza, con la alianza; si es con otro partido con registro, es con otro partido con registro, respondió.
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El senador con licencia no quiso responder a los señalamientos de Mario Delgado en el sentido de que a los inconformes con los resultados de sus encuestas los mueve una ambición personal. “No vale la pena contestar. Es una tontería”, dijo.
Arias jura que más 40 encuestas hechas por empresas especializados en mediciones, lo ubicaban cómo puntero. Daba como un hecho que iba a ser nominado.
“El propio Mario me lo dio a entender. De repente da el viraje y ahora habla de ambición personal. Me parece absurdo”, señaló.
En el caso concreto de Michoacán, parafraseó a López Obrador: Morena le entregó candidatura a una mafia en el poder, encabezada por Batel y Godoy, que han sido los peores gobernantes que hemos tenido en Michoacán.
“Le quedaron a deber a todo mundo. Se sigue pagando. Además, están los vínculos de Godoy con la delincuencia organizada. Aquí nos queda claro que se prestó Mario, el partido, a las presiones o injerencias de esta mafia del poder en Michoacán”, remató.
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Michoacán no es el único caso donde los morenistas que quedaron fuera han manifestado inconformidades.
El guerrerense Pablo Amílcar Sandoval pide a las instancias de Morena que transparenten el método que se utilizó en las encuestas para designar a Félix Salgado Macedonio como candidato a gobernador.
En Sinaloa, Gerardo Vargas habló de “atraco” para beneficiar a Rocha Moya, pero con un “¡Noup!” se negó a responder el ataque de Mario Delgado.
En Tlaxcala, Ana Lilia Rivera se rehusó a levantar la mano a Lorena Cuéllar, y exigió reponer el procedimiento.
En San Luis Potosí, seis aspirantes hombres a la candidatura a gobernador firmaron un desplegado, dirigido a los órganos directivos de Morena, en contra de la decisión, anunciada unilateralmente por Delgado, de que será una mujer la elegida.
Rechazan decisión de género y piden se respeten los resultados de la encuesta que se hizo.
“Solicitamos a la dirigencia nacional que pronuncie, fundada y motivadamente, la resolución final del proceso de selección para San Luis Potosí, a partir de los resultados de la encuesta levantada en todo el estado”, dice el desplegado.
Ellos son José Ricardo del Sol, Adrián Esper, Octavio García, José Antonio Lorca Valle, Juan Ramiro Robledo y Leonel Serrato.
Hay problemas también en Chihuahua, Zacatecas, Nuevo León. Es un movimiento de regeneración que está en vías de degeneración.
AMLO jura que no se ha metido en los procesos internos de Morena. Quizá por eso, porque no hay liderazgos fuertes en Morena, se ha producido la riesgosa erupción interna.
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No sólo en Morena hace aire. Desde Puebla nos reportan problemas con la alianza PRI-PAN-PRD. Las críticas apuntan hacia Juan Carlos Lastiri, otrora subsecretario en Sedesol y Sedatu.
Las grilla local dice que al estar impedido a ser candidato – hay averiguaciones en su contra—Impulsa a su compradre Juan Enrique Rivera Reyes, para diputado federal por la alianza.
La bronca, nos dicen, es que Rivera Reyes, ex alcalde de Chignahuapan, es uno de los 21 ediles denunciados por la Auditoría Superior del Estado. Le atribuyen un millonario peculado a su paso por la presidencia municipal del mencionado municipio poblano.
Y una de las condiciones de la alianza es no postular impresentables.
Fin.