Rubén Cortés.
Las denuncias de la Unidad de Inteligencia Financiera contra Naasón Joaquín por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y transferencias a paraísos fiscales coinciden con la pelea del amigo de éste, Félix Salgado Macedonio, por ser candidato a gobernador.
Y el propio presidente asegura que el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera no se mueve sin avisarle: “Santiago Nieto no hace nada sin consultar con el Presidente”, afirmó el nueve de enero de este año, en su conferencia matutina.
Salgado Macedonio fue invitado de honor a la fiesta por los 50 años del líder de la iglesia evangélica La Luz del Mundo, quien poco después del agasajo cayó preso en Estados Unidos por 32 delitos, como abuso de menores y posesión de pornografía infantil.
Para aquella fiesta del 15 de mayo de 2019, el gobierno le facilitó al hoy encarcelado el Palacio de Bellas Artes, así como la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de Marina-Armada de México, que le interpretó su melodía favorita, El guardián del espejo.
Es imposible conocer más sobre aquella fiesta, porque el gobierno clasificó como reservada por cinco años toda información relativa al préstamo del recinto cultural más importante de México, el cual nunca antes se había usado para emitir mensajes religiosos.
Salgado Macedonio pelea hoy a brazo partido la candidatura a gobernador de Guerrero por el partido del gobierno, Morena, al hermano de la secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval; y cuñado del ideólogo del gobierno, el conductor de TV Ackerman.
Amílcar (hermano de ella, cuñado de él) ocultó en su declaración patrimonial (que debió hacer como funcionario público) una finca comprada (sin explicar cómo ni en cuánto) en Acapulco, que aporta el 30 por ciento del PIB del estado que quiere gobernar.
Como sea, la disputa por la candidatura de Morena en Guerrero se adereza con los cargos que le imputa el gobierno al llamado “Apóstol de Jesucristo”, quien llevó a Salgado Macedonio a su festejo en Bellas Artes.
Aunque también fueron otros personajes ligados al gobierno, como el senador Martí Batres; la subdirectora general del INBAL, Laura Ramírez Rasgado; el fiscal electoral José Agustín Ortiz Pinchetti; y la magistrada del Tribunal Celia Marín Sasaki.
Pero, además, la acusación de la Unidad de Inteligencia Financiera contra el líder religioso coincide con la próxima toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos: el gobierno mexicano no había tocado el tema en la actual administración estadounidense.
Sin embargo, por aquello de que este gobierno asegura ser candil de su casa, sería ideal que quitase aquí los candados que impiden conocer los detalles de su préstamo del Palacio de Bellas Artes al individuo que acusa hoy de lavado de dinero.
Ojalá.
(Canela Fina se toma un descanso navideño y de Año Nuevo para regresar el Día de Reyes, como regalo a sus finos lectores. Y, ya sabe: use cubrebocas y mantenga dos metros de distancia)
