Ante el Pleno del Senado, el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena aseveró que el daño que provocó la prohibición y, por ende, la guerra contra las drogas en México causó más estragos que las afecciones de salud derivadas de estas sustancias y su consumo.
Agregó que esta Ley es perfectible, por lo que pidió observar su ejecución para modificarla en el futuro. “No tengan temor, esta legislación es progresista y de avanzada; me alegra que sea el Senado de la República quien está provocando este gran cambio que a este país le hacía falta”, apuntó.
El legislador aseguró que la propuesta disminuye la actuación y la ganancia del crimen organizado, al trasladar el mercado ilegal hacia la legalidad, con un marco jurídico que da certeza a los sectores de la población y fortalece el desarrollo del país.
Asimismo, reconoció a todos los Grupos Parlamentarios por su trabajo apasionado y flexible. En este sentido, reconoció al sector del PAN que apoyó la aprobación de la propuesta; “esto es parte de la democracia y la libertad que hay en el Senado”, acotó.
Recordó que este dictamen tiene su origen en una serie de sentencias emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para responder al derecho al libre desarrollo de la personalidad y la protección a la salud, garantías reconocidas por la Constitución.
Para esto, el máximo órgano de justicia mandató al Congreso legislar para regular el uso del cannabis con fines de recreación y garantizar el acceso a insumos médicos realizados con dicha sustancia.
Señaló que la posesión entre 28 y 200 gramos amerita una multa, y detalló que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, sí este ordenamiento hubiera estado vigente antes, estarían en libertad las cerca de ocho mil personas detenidas por portar entre cinco y 30 gramos; mil 600 procesados por 31 a 50 gramos; mil 576 de cinco a 100 gramos; y mil 387 de 101 a 200 gramos.
Por esa razón, afirmó Monreal Ávila, es importante empoderar a los grupos más vulnerables, a pueblos y comunidades indígenas, personas campesinas o ejidatarias, ejidos y comunidades agrarias, comunidades en situación de marginación o que, por sus condiciones y características, hayan sido afectados por el sistema prohibitivo.
El legislador detalló que este ordenamiento regula el cultivo, la transformación, la comercialización, la exportación e importación y el uso para fines de investigación del cannabis, así como el uso médico y farmacéutico de este.
Apuntó que los productos del cannabis no psicoactivo y sus derivados para usos industriales se podrán comercializar, importar y exportar, generando riqueza a los sectores desprotegidos y se producirán beneficios a favor de las personas que actualmente se encuentran procesadas.