Raúl Flores Martínez.
El slogan de campaña del entonces candidato a la Presidencia Andrés Manuel López Obrador, era “Primero los Pobres”, un slogan que se hizo efectivo en días pasados en su natal Tabasco en su Macuspana que lo vio nacer y ahora se ahoga entre las aguas de las distintas presas del estado.
Una frase que ya lo sepultó en lo político junto con su Morena, “En el manejo de las aguas de la presa Peñitas, se optó entre “inconvenientes” y se decidió inundar zonas bajas, indígenas y “pobres” de Tabasco para salvar Villahermosa, la capital del estado”.
Inundar zonas “pobres”, esas zonas olvidadas por los políticos y la sociedad en general, esas zonas dónde nadie, absolutamente nadie las extrañará, ni las visitara porque no genera votos, porque no hay empresarios, ni cientos de personas que voten por la Cuarta Transformación.
Hoy en día, esas zonas bajas, indígenas y “pobres” de Tabasco, siguen bajo el agua, siguen lastimando las viviendas que quedaran inservibles, esos patrimonios forjados por años o por vidas que han sido perdidos por una decisión de evitar que una ciudad, dónde hay empresas, miles de votos quedará dañada.
Es una realidad, el mesías tabasqueño si cumple sus promesas de campaña, si cumplió su slogan de campaña “primero los pobres”, primero para arruinarles su vida, para acabar con su patrimonio que, con tres mil 500 pesos, jamás volverán a levantar sus casas que, de acuerdo con los especialistas, se irán colapsando por el agua que se filtró en sus muros y cimientos, qué quedarán inservibles.
Dicen que el karma no existe, ahora pregúntenle a todos los tabasqueños si existe o no, pregúnteles qué pasara ahora con sus vidas, sobre a todo aquellos que han perdido todo. Hoy no hay Fonden, y dentro del Gobierno Federal se truenan los dedos haciendo cuentas para reconstruir y darles una mejor vida a todos aquellos que por decisión Presidencial, por decisión del propio Andrés Manuel López Obrador, se han quedado sin casa, muebles, trastos y sin vida.
Pensé que el slogan de “Primero los pobres”, era para apoyarlos en primer lugar para que salieran de su pobreza extrema; sin embargo, ahora quedó claro que, en México, los primeros de ser sacrificados por el gobierno, son esos pobres que nunca reclaman, esos pobres que no entran dentro de las luchas de las feministas, políticos u organizaciones pro AMLO.
Hoy sabemos que el slogan que se nos dijo hasta el cansancio, “Primero los pobres”, es con la finalidad de sacrificarlos, porque nadie dirá nada, nadie protestará, porque por este gobierno de cuarta y los anteriores, son y seguirán siendo los invisibles, los que deben de ser sacrificados, porque sencillamente, no generan votos.