Nueva York.- En el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, el mundo, en particular los medios de comunicación, se enfrenta este año a un reto totalmente nuevo: la COVID-19.
La pandemia ha puesto de relieve nuevos peligros para los periodistas y el personal de los medios de comunicación, en un momento en que aumenta el número de ataques contra su integridad física. En la primera mitad de 2020, se produjeron al menos 21 ataques contra periodistas que cubrían protestas, lo que equivale al número de ataques similares sufridos en todo el año 2017. La labor de los periodistas se ha topado también con otras limitaciones, como amenazas de enjuiciamiento, detenciones, encarcelamientos, denegaciones de acceso periodístico y negativas de investigar y enjuiciar los delitos cometidos contra ese colectivo.
Cuando se ataca a un periodista, toda la sociedad paga el precio. Si no protegemos a los periodistas, nuestra capacidad para mantenernos informados y adoptar decisiones fundamentadas se ve gravemente obstaculizada. Cuando los periodistas no pueden hacer su trabajo en condiciones de seguridad, perdemos una importante defensa contra la pandemia de información errónea y desinformación que se ha extendido por Internet.
Las noticias y los análisis basados en hechos dependen de la protección y la seguridad de los periodistas que realizan reportajes independientes, enraizados en el principio fundamental: “periodismo sin miedo ni favoritismo”.
Mientras el mundo lucha contra la pandemia de COVID-19, reitero mi llamamiento a favor de una prensa libre que pueda desempeñar su papel esencial en cuanto a la paz, la justicia, el desarrollo sostenible y los derechos humanos.
Con información de la ONU