ESTADOS UNIDOS.- El presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, buscaron el viernes el apoyo de los estados del Medio Oeste en los que la pandemia del coronavirus ha resurgido con fuerza.
En Wisconsin, donde los casos nuevos se duplicaron la semana pasada, el mandatario instó al gobernador demócrata a levantar las restricciones que buscan frenar la propagación del virus. La mayor parte de los miles de seguidores presentes no llevaba mascarilla.
“¡Tiene que abrir su estado y hacerlo rápido!”, dijo Trump en el mitin, a solo cuatro días de las elecciones.
Más temprano en el día en Michigan, el presidente cargó contra el sistema médico, asegurando que “nuestros doctores ganan más dinero si alguien muere de COVID”.
En Minnesota, Biden acusó a Trump de “rendirse” en la lucha contra el virus, al tiempo que le instó a no criticar al personal médico que está tratando a los infectados.
“A diferencia de Donald Trump, no nos rendiremos ante el virus”, afirmó. Sus seguidores mantuvieron la distancia social desde sus autos en la feria estatal y tocaron la bocina para mostrar su apoyo.
La pandemia, que ha acabado con la vida de más de 229.000 personas en Estados Unidos y ha costado el empleo a millones más, está dominando los últimos días de la campaña.
El aumento récord de casos está llevando a los hospitales al límite de su capacidad. Las noticias llevaron a Wall Street a su peor semana desde marzo, dañando uno de los principales argumentos de Trump para la reelección.
Trump, que se recuperó del COVID-19 hace unos días, ha minimizado la crisis sanitaria durante meses, diciendo a sus seguidores en las últimas semanas que el país está “pasando página”, incluso a pesar de que los casos aumentan. Biden ha advertido del “invierno sombrío” que se avecina y ha prometido un esfuerzo renovado para contener el virus.
Biden aventaja a Trump por 52%-42% en un sondeo a nivel nacional de Reuters/IPSOS, en parte debido a la desaprobación generalizada de su gestión de la pandemia. Sin embargo, las encuestas muestran una carrera más reñida en los estados más competidos, que decidirán los comicios.
El énfasis en la parte superior del Medio Oeste subrayó la importancia de la región en la carrera electoral. Michigan y Wisconsin fueron dos de los tres estados históricamente industriales y con un fuerte arraigo demócrata que, junto con Pensilvania, favorecieron a Trump por un escaso margen en los comicios de 2016, dándole una victoria inesperada.
Biden aventaja a Trump por 9 puntos porcentuales en Michigan y Wisconsin y por 5 puntos en Pensilvania, según el sondeo de Reuters/IPSOS.
PULSO POR LOS ESTADOS CLAVE
Minnesota, que no ha votado por un candidato presidencial republicano desde 1972, es uno de los pocos estados demócratas que Trump está tratando de conquistar este año. Biden dijo que su visita no es una señal de que esté preocupado por el estado, donde goza de una ventaja estable. El presidente tenía previsto hacer una escala allí más tarde en el día.
La pandemia, así como un extraordinario nivel de entusiasmo, ha hecho que un número sin precedentes de estadounidenses vote de forma anticipada. Ya se han emitido más de 85 millones de votos por correo o en persona, cerca del 62% del total de sufragios de 2016, según el Proyecto de Elecciones en Estados Unidos de la Universidad de Florida.
En Texas, un estado tradicionalmente republicano donde los sondeos muestran muy cerca a Biden y Trump, han votado ya más de 9 millones de personas, eclipsando la afluencia total de 2016, dijo la oficina del secretario de Estado local. Texas es el segundo estado, junto con Hawái, que ha superado ya el total de sufragios de los pasados comicios.
Trump ha afirmado repetidas veces y sin pruebas que las papeletas por correo son susceptibles de fraude. Más recientemente ha argumentado que sólo deben contarse los resultados disponibles en la noche de las elecciones.
Los datos del voto anticipado muestran que son muchos más demócratas los que han votado por correo, mientras que se espera que los republicanos acudan en un mayor número el mismo martes.
Esto significa que los resultados preliminares de estados como Pensilvania, que no empezarán a contar el voto por correo hasta el día de los comicios, podrían mostrar a Trump en cabeza antes de sumar más sufragios demócratas.
Las posibles batallas legales de último minuto se han sumado a la incertidumbre.
REUTERS