Patricia Betaza.
México ya rebasó, por mucho y desde hace meses, el escenario catastrófico de los 60 mil muertos por Covid19, planteado por el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell en junio. Este domingo se llegó a los 88 mil 924 fallecimientos y a los 891 mil 160 casos confirmados acumulados. Por como se ve a decenas de personas abarrotando centros comerciales, parques y restaurantes de la CDMX y del país, el número de fallecidos reportados a diario, ya no sorprende. Los mexicanos somos muy propensos a normalizar a los muertos. Ahora son por Covid19, pero antes por la violencia, los feminicidios… los muertos simplemente se apilan, son estadísticas. ¿Ocurrirá lo mismo en otras latitudes con el coronavirus? Y mientras cada vez son más los casos de Covid19 cercanos a nuestro entorno, hay quienes siguen siendo temerarios ante el virus. Se trata pues, de demostrar que no hay que tener miedo. Y claro, no se trata de vivir en paranoia o con síndrome de la cabaña -cuando ya da miedo salir de casa- porque una cosa es salir para trabajar y otra salir para festejar. Si desde el poder se sigue viendo el desprecio al cubrebocas y a la sana distancia, qué esperar de lo que ocurra con el ciudadano de a pie. Los contagios van a la alza. Estados como Chihuahua tuvieron que endurecer las restricciones para tratar de frenar el contagiadero. Tuvo que morir un senador y ocurrir el contagio de legisladores que estuvieron en la sesión del 20 de octubre en el Senado, para que se preparen medidas y evitar nuevos casos. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, reconoció este domingo que la tendencia a la baja en el número de casos en septiembre, cambió en octubre y que 25 personas han fallecido todos los días a consecuencia del Covid19 en la entidad. Dio otro dato preocupante: las unidades para atender a pacientes graves tienen una ocupación del 84 por ciento. Se aflojó la disciplina. Dijo que no pararán actividades económicas, pero dependiendo de cómo vaya la situación, el miércoles dará a conocer qué acciones tomará Jalisco. También en Puebla el gobernador Miguel Barbosa, anunció más restricciones. Habrá que ver el endurecimiento de medidas en Europa, para intuir que nuestro país no la tiene fácil. Y no, no es para hacernos de la vista gorda de que esto es como una gripita. La mayoría de los infectados, por fortuna, la libra bien. Pero los cientos de muertos que diariamente se reportan no son para creer que no pasa nada. Analistas advierten que un reconfinamiento traería peores consecuencias económicas y sociales. Pero con escalofríos reconozco: a una gran mayoría de personas, empezando por quienes las reportan, ya no les sorprenden los muertos. ¿Qué más tiene que ocurrir para que entendamos la gravedad de la situación?