EEUU.- El segundo y último cara a cara entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, tiene lugar en Nashville, Tennessee, marcado por la medida adoptada por los organizadores de apagar micrófonos a ratos para evitar interrupciones.
La campaña demócrata y la Casa Blanca han informado de que los dos candidatos se han sometido este jueves a una prueba de coronavirus con resultado negativo en cumplimiento de los protocolos que el mandatario violó en el primer cara a cara al no hacerse un test 48 horas antes de anunciar su positivo por Covid-19.
De hecho, el de este jueves tenía que ser el tercer cara a cara entre los dos aspirantes a la Casa Blanca, pero el segundo, que debería haberse celebrado el pasado 15 de octubre en Miami, fue cancelado después de que Trump se infectase de Covid-19 y se negase a celebrarlo en formato virtual.
El debate de hoy tiene lugar en un auditorio de la Universidad de Belmont en Nashville, consta de 6 segmentos de 15 minutos cada uno para una duración total de una hora y media y está moderado por Kristen Welker, periodista del canal de televisión NBC News.
La principal diferencia con el primer debate es la decisión que ha tomado la Comisión de Debates Presidenciales −los organizadores del encuentro− de silenciar los micrófonos de los candidatos en determinadas partes para evitar el caos provocado sobre todo por Trump en Cleveland.
De este modo, al inicio de cada uno de los seis segmentos, los organizadores darán dos minutos a cada candidato para que exponga sin interrupciones sus argumentos, con su rival con el micrófono apagado.
Los minutos restantes serán con ambos micrófonos abiertos, aunque la Comisión señaló que “su esperanza es que los candidatos sean respetuosos con el tiempo del otro” pese a que tengan oportunidad de interpelarse o interrumpirse.
Este debate puede ser la última oportunidad para Trump para darle un golpe de efecto a la campaña dado que todas las encuestas le van claramente en contra y que más de 47 millones de estadounidenses han depositado ya su voto.
Uno de los recursos que se espera que Trump utilice son los negocios poco claros de uno de los hijos de Biden, Hunter, cuyo exsocio Tony Bobulinski está en el debate invitado por el mandatario.
Tanto Bobulinski como el resto de invitados al debate deben usar mascarillas durante los 90 minutos o serán expulsados, otra medida de los organizadores para hacer cumplir las normas después de que la mayoría de familiares de Trump no llevase tapabocas durante el primer cara a cara.
Desde que se recuperó de Covid-19, Trump mantiene una apretada agenda que no ha modificado de cara al debate con mítines diarios, mientras que Biden llevaba cuatro días sin actos públicos para prepararse para este cara a cara.
Fuente: Forbes México