Raúl Flores Martínez.
La orden dentro de las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional fue directa, “nadie habla, nadie comenta sobre el ex secretario, Salvador Cienfuegos Zepeda”, una instrucción que no fue de manera oficial sino de pasen la voz.
Lo cierto, es que los mandos del Ejército mexicano, quieren tapar el sol con un dedo, sabedores de que la detención de uno de los generales con mayor arraigo dentro de las Fuerzas Armadas y sobre todo de mayor influencia, es un golpe que deja mal parado a todos dentro de la Sedena.
Para muchos sería un qué bien que lo juzguen en Estados Unidos, si cometió los cinco delitos que le están imputando; sin embargo, vayamos un poco más profundo, al punto medular de la afectación que puede generar los vínculos del General en retiro Cienfuegos Zepeda con el crimen organizado.
Una de las principales, es la desconfianza de todas las agencias de seguridad extranjeras que tienen convenios de colaboración con la Defensa Nacional, una colaboración que se irá cerrando hasta olvidarla al menos con el Ejército mexicano por el temor de que otro general o mando esté involucrado con los criminales.
El ejemplo es muy claro, la DEA, FBI, Departamento del Tesoro y todas las agencias del gobierno de Estados Unidos durante años han preferido trabajar coordinadamente con la Armada de México, institución confiable tanto en la operatividad como en ser incorruptibles.
Es claro que la corrupción, también impera en la Semar; sin embargo, no hasta el momento en las altas esferas de los mandos navales, como es el caso de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Que tan afectada estará la imagen del Ejército Mexicano que aclaremos, no todos tienen nexos con el crimen organizado, no todos reciben los sobornos de algunos carteles de la droga.
El verdadero peligro con la detención del General en retiro Salvador Cienfuegos Zepeda, es que el gobierno de Estados Unidos declare a México como un “narcoestado”, lo que dejaría muy mal parado a la actual administración y a las pasadas por la sencilla razón de que el Ejército Mexicano, no tiene color ni partido político.
La corrupción dentro de las Fuerzas Armadas, es un secreto a voces, un secreto que se va descubriendo y cuando se puede se encarcela a los elementos castrenses que han cometido los delitos; pero hablar de un secretario de Estado dentro del crimen organizado, ese es el problema que se debe de ver como el constante poder corruptor del crimen organizado.
