Héctor Moctezuma de León.
El ex-presidiente Enrique Peña Nieto pronto podría ocupar el banquillo que ocuparon, hace unos meses, Vicente “El Vicentillo” Zambada Niebla, Jesús Reynaldo “El Rey” Zambada y la “Chapodiputada” Lucero Sánchez, entre otros delincuentes de la alta escuela de narcotráfico méxico-colombiano que testificaron en el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El mexiquense estará sentado frente al temible juez Bryan Mark Cogan, el mismo que mandó a cadena perpetua a “El Chapo” para que hable de lo que sabe sobre las relaciones de su ex-secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda con el cartel H-2 presuntamente de los hermanos Beltrán Leyva y que era capitaneado por Juan Francisco Padrón.
Peña Nieto podría buscar la asesoría de su amigo Felipe Calderón, quien en el caso García Luna, simplemente se zafó diciendo que no sabía nada de los presuntos vínculos con el cárte del Sinaloa de si ex-Secretario de Seguridad Pública. Peña podría salir con la misma. Aunque también el frustrado aspirante a dirigente partidista podría ser citado por Cogan antes de que termine el 2020.
Cienfuegos Zepeda quien fue detenido este jueves en el Aeropuerto de Los Ángeles a petición de la Administración de Control de Drogas, (DEA por sus siglas en inglés), quien pasó su segunda noche en el Centro de Detención Metropolitano de la ciudad angelina tuvo su primera audiencia, de apenas unos cinco minutos, ayer en los Ángeles en donde el general mexicano conoció los cuatro cargos de los que se le acusa.
El martes será su próxima audiencia en la que seguramente la autoridad propondrá su traslado a Nueva York en donde es probable, que muy pronto, se reencuentre con su ex -jefe Enrique Peña Nieto. Cienfuegos está acusado de recibir sobornos de Juan Francisco Padrón, el “H-2” operador de los Beltrán Leyva en Nayarit.
Y una cosa, no hay que olvidar que en los Estados Unidos desconfían del ejército mexicano y prefieren trabajar, en contra del narcotráfico, con la Marina con quien mantuvieron un flujo de información que los llevó a la ejecución de Arturo “El Botas Blancas” Beltrán Leyva, en Cuernavaca y la segunda captura del “Chapo” Guzmán en Mazatlán.
Chulada de país en donde los encargados de la seguridad pública trabajan para los cárteles más violentos que controlan el narcotráfico en México y los Estados Unidos. ¡En manos de quiénes estuvimos los mexicanos en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto!
La captura del ex-titular de la Defensa de México le viene como anillo al dedo a Donald Trump en su intento desesperado por igualar, en las encuestas, a su contrincante el demócrata Joe Biden.
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Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló en la mañanera de este viernes que la embajadora Martha Bárcena le informó desde hace quince días, que en los Estados Unidos había una investigación en contra de Salvador Cienfuegos, queda claro que Bárcena, uno de los mejores cuadros del servicio exterior mexicano, se salta al canciller Marcelo Ebrard e informa directamente al inquilino de Palacio Nacional. ¿Será por el parentesco o por aquel desaire que le hicieron a le embajadora de México en EU en aquella reunión de embajadores y cónsules del principios de año? Lo cierto es que el canciller se enteró de la detención de Cienfuegos por terceras personas, el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, quien a su vez se enteró por la nota de la periodista Giger Thompson… Ridícula esa acusación de las diputadas afines a Mario Delgado por “acoso sexual” en contra de Porfirio Muñoz Ledo, porque a Profirio de lo único que se le puede acusar a sus 87 años es de ocaso sexual.