Ernesto Zavaleta.
San Lázaro ¿Cuándo van a entender? Cualquier iniciativa sin ser aprobada primero por el presidente es una consulta inútil en las cámaras de diputados y senadores. Es cuanto.
Señora, señor secretaria, secretario, consulte usted a la asamblea… ¿Para qué?
Es una consulta inútil, se sabe el resultado, la ley, iniciativa, dictamen, reglamento, propuesta no va a pasar si antes no fue aprobada por el huésped –eso esperamos- de Palacio Nacional.
Antes de llegar a una comisión o a los plenos de las cámaras de diputados y senadores las propuestas legislativas deben llevar el ganso o la palomita para pasar. Es un requisito que incluye a las presentadas por Morena o sus partidos satélites: no pasan sin aprobación presidencial.
Diputados federales y senadores llevan once periodos de sesiones ordinarias y extraordinarias, incluyendo el que se desarrolla actualmente, y sólo se han aprobado leyes e iniciativas enviadas o aprobadas previamente desde el púlpito de la mañanera.
La de este miércoles no fue la excepción. Primero la prisa, se convoca a sesión extraordinaria en el Senado para “consultar a la asamblea”, el pleno, dos consultas populares, la del presidente y la de los senadores.
En poco menos de ocho horas el panfleto de “democracia participativa” cambio de blanco a negro.
Para la consulta propuesta por el presidente “es un derecho del pueblo opinar”, aunque la opinión sea si se aplica o no la ley a los “actores políticos”; para la consulta impulsada por 43 senadores “el pueblo no puede ser consultado sobre asuntos del presupuesto”.
Esta discreción del presidente se alguna propuesta el legal, y depende de si la LEY a discusión no es obstáculos para la JUSTICIA de la 4T como ya se ha dicho en varias ocasiones en este espacio, regla que se fortaleció en el pleno de ambas cámaras, para las consultas y para los fideicomisos.
La consulta del presidente respeta todos los derechos humanos, incluidos el de presunción de inocencia, juicio justo, acceso a la justicia y todos aquellos mencionados en el “concierto de inconstitucionalidades”, y fue calificada con el texto de 2014 de la Ley Federal de Consulta Popular, hasta la fecha de aplicación quieren cambiar.
La de los senadores es violatoria a la Constitución, aunque sea para saber si se está de acuerdo o no en apoyar a los trabajadores y persona afectadas económicamente por la pandemia de Covid19, porque se refiere a un tema tabú en las consultas, el presupuesto, y ésta propuesta fue calificada con las reformas de diciembre de 2019 a la misma Ley.
Aunque fue presentada por 43 senadoras y senadores: 24 del PAN, 13 del PRI, 3 del PRD, 2 de Morena y uno de MC, no está aprobada por el presidente, y “un apoyo económico a las trabajadoras y trabajadores formales e informales que pierdan su trabajo o disminuyan sus ingresos con motivo de crisis económicas por las que atraviese el país, como la originada por la contingencia sanitaria del COVID-19”, no es tema.
Y el discurso de la oposición:
“No se le debe tener miedo al pueblo. Se le debe preguntar a los mexicanos si quieren o no, que se les dé un apoyo económico a las personas que han perdido su empleo. Administren bien al país porque dinero hay, el problema es que lo están dilapidando”.
Quedo en actas, en el Diario de los Debates.
Son ya cinco periodos ordinarios y seis extraordinarios los que han trascurrido desde el 1 de septiembre de 2018, con la misma tónica, la oposición al presidente está prohibida, no existe, no van a pasar nada de ese sector los morenistas y sus aliados, si no lo aprueba el presidente, aunque venga de Morena, el PT, el PVEM u otro aliado permanente o eventual.
El senador panista Gustavo Madero lo resumió muy claro:
“Que si estoy orgulloso de ser senador, No. Me deprime y frustra reconocer una realidad inexorable, que en esta legislatura, durante seis largos, tristes y penosos años, nada que Morena no quiera iba a pasar, y durante esos seis años todo lo que quiera Morena quisiera se iba a aprobar… Nos reduce a los demás al pataleo, a la tribuna critica que trata de hacerlos entrar en razón pero son cerrados como las piedras y giran en tono a su amo el presidente de la República”.
“Son uno gandallas que quieren todo”, grito, si frustrado el de Chihuahua, cuya intervención para aprobar la consulta de los senadores ¡sorpresa! No paso.
San Lázaro, será cierto que hasta la presidencia de Dulce María Sauri Riancho fue aprobada por el presidente, el compañero presidente diría Gerardo Fernández Noroña.