El equipo de médicos que atiende al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que sigue mejorando tras ser diagnosticado con Covid-19.
El médico del presidente, Sean Conley, señaló que es vigilado las 24 horas del día y que tiene subidas y bajadas como en cualquier enfermedad.
El mandatario estadounidense ha presentado dos episodios de saturación de oxígeno, por lo que se pensó en intervenirlo, pero finalmente se decidió darle el medicamento dexametasona.
Detalló que el jueves, Trump tenía síntomas ligeros, y su oxigenación se encontraba arriba de los 90; sin embargo, el viernes en la mañana tenía fiebre y su saturación de oxígeno bajaba.
El hecho preocupó al equipo médico, sobre una posible rápida evolución de la enfermedad, por lo que se le dio oxígeno, para ver cómo respondía, aunque Trump decía que n lo necesitaba, que sólo estaba cansado y tenía fiebre.
Ese mismo día se determinó que el magnate fuera trasladado al hospital militar Walter Reed para más monitoreo.
El neumólogo del hospital, el doctor Sean Dooley, precisó que el mandatario sigue sin fiebre desde el viernes por la mañana, sus signos vitales están estables, desde el punto de vista pulmonar sigue estando bien, ni se queja de falta de aliento o de otros problemas respiratorios; además camina por sí mismo.
Se mantiene el monitoreo de su ritmo cardíaco y funciones renales, en los que se encuentran niveles normales.
El médico del hospital Johns Hopkins, Brain Garibaldi, comentó que se le administró por segunda vez el medicamento remdesivir, sin que al momento se le detectaran efectos adversos.
Anunció que se le administrarán otras cinco dosis de remdesivir, en respuesta a los niveles bajos de oxígeno que ha presentado.
Dijo que hoy se siente bien, está alerta, contento, y que trata de moverse y estar fuera de la cama.
Agregó que se espera que el día de mañana se le pueda dar de alta, para que regrese a la Casa Blanca y siga con su tratamiento.
El doctor Sean Conley afirmó que no se ha detectado ningún daño en los pulmones o posible neumonía hasta el momento.
Sobre las declaraciones del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, quien afirmó que los signos vitales del presidente eran preocupantes; Conley aseguró que se habría malinterpretado.
Señaló que se ha trabajado hombro con hombro con Meadows, además de que sí hubo un pequeño episodio en que la fiebre de Trump subió, pero bajo rápidamente.
Conley explicó que Trump usa un cubrebocas cuando se encuentra alrededor de otras personas, y que el equipo médico que lo atiende usa un traje protector completo, el cual también usan cuando lo trasladan a otro cuarto.
Reiteró que si todo sigue bien, se le mandará de regreso a la Casa Blanca.
Agencias