Nueva York.- El mandatario estadounidense responsabiliza a China de la pandemia, de tener altas emisiones de carbono y de cometer abusos comerciales. También destaca el poderío de su armamento y afirma que le pide a Dios no tener que utilizarlo.
El presidente de Estados Unidos se dirigió ayer a la Asamblea General de las Naciones Unidas para asegurar que China es responsable de la pandemia de COVID-19 y otros problemas que afectan al mundo y para refrendar con orgullo su política nacionalista e invitar a los líderes mundiales a seguir el mismo modelo.
“Como presidente he rechazado los enfoques fallidos del pasado y coloco orgullosamente a Estados Unidos primero, igual que ustedes deberían poner a sus países primero. Está bien, es lo que deberían hacer”, dijo Donald Trump en un mensaje de video grabado en la Casa Blanca.
El mandatario señaló que el mundo libra una encarnizada batalla con un enemigo invisible, al que se refirió como “el virus chino”, que se ha cobrado incontables vidas en 188 países, e indicó que Estados Unidos ha respondido con la movilización más agresiva desde la Segunda Guerra Mundial para producir ventiladores y ser pionero de los tratamientos para salvar vidas, reduciendo un 85% la tasa de fatalidades por COVID-19 en su país de abril a la fecha.
También destacó los tres proyectos de vacunas que ya se encuentran en la fase final de pruebas clínicas y aseveró que ya las están produciendo para ser distribuidas en cuanto estén listas.
“Distribuiremos una vacuna, venceremos al virus, pondremos fin a la pandemia y entraremos a una nueva era de prosperidad, cooperación y paz sin precedentes”, apuntó.
Con información de la ONU