De orígenes zapotecas, nacido el 11 de junio de 1940, en Juchitán de Zaragoza, aparte de destacar en las artes, fue un importante activista de izquierda, luchador social, ambientalista, promotor, difusor cultural y filántropo. Apoyó numerosas causas enfocadas tanto a la promoción y conservación del patrimonio así como defensor y el cuidado del medio ambiente natural.
Fue un férreo opositor a la instalación de una franquicia de una cadena de restaurantes de comida rápida en el Centro Histórico, así como la construcción del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca en el Cerro de El Fortín.
Su arte reflejó un gran aprecio por la estética de la naturaleza, particularmente la de animales que no son convencionalmente asociados con la belleza, como por ejemplo, monos, murciélagos, iguanas, sapos e insectos. Toledo gastaba lo que ganaba de sus obras, en instituciones en apoyo a los jóvenes de escasos recursos, en abrir bibliotecas e infinidad de becas.