Washington, D.C.– Ante la duplicación de los casos de COVID-19 en la región de las Américas en las últimas semanas, reforzar la localización de contactos y la gestión de datos son clave cuando muchos países están reabriendo sus actividades.
El número de nuevas infecciones por COVID-19 reportado en las Américas se ha más que duplicado, pasando de 5,3 millones el 1 de julio a más de 12 millones de casos actualmente. “La atención primaria de salud debe estar en el centro de la respuesta: detectando los casos, actuando para contener la transmisión y brindando atención oportuna en la comunidad”, afirmó hoy la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, durante una conferencia de prensa.
“Las autoridades sanitarias locales tienen un papel central que desempeñar en la generación y análisis de datos para ajustar las medidas de salud pública a la realidad en cada ámbito”, indicó.
Observando que en las últimas seis semanas las muertes en la región se han duplicado, Etienne dijo: ” No podemos detener la transmisión por completo, pero si los países se mantienen atentos y amplían las pruebas y la vigilancia, pueden detectar mejor los picos en el número de casos y actuar rápidamente para contenerlos antes de que se descontrole la situación”.
Pese al aumento de los casos, los países han relajado gradualmente las restricciones, han reanudado el comercio y algunos se están preparando para volver a la escuela. “En demasiados lugares, parece haber una desconexión entre las políticas que se están implementando y lo que nos dicen las curvas epidemiológicas. Esto no es una buena señal. Desear que el virus desaparezca no funcionará, y esto sólo dará lugar a más casos, como hemos visto en estas últimas seis semanas”, sostuvo.
“Hoy en día contamos con buenas herramientas: datos que muestran dónde están las zonas con mayor incidencia, protocolos de localización de contactos para que la transmisión sea menor y medidas de salud pública para reducir el riesgo de exposición. Tendremos herramientas aún mejores en el futuro: pruebas mejoradas, tratamientos más efectivos e incluso vacunas. Los gobiernos locales y nacionales deben usar de manera estratégica estas herramientas, tanto las antiguas como las nuevas, para lograr el impacto deseado “, remarcó.
Con información de la ONU