El presidente está cometiendo dislates con más frecuencia, en el espectáculo que monta cada mañana sea en Palacio o en la entidad en que se encuentre. Reconoce que, “digo lo que se me ocurre”, para disculpar el “se me salió”.
Por más que el presidente intente hacer coloquiales sus comentarios para lograr el acercamiento con las masas, hay que tener en cuenta que otros grupos, en lo interno y en lo externo, juzgan, critican, censuran y hacen burlas ácidas de las pifias del presidente en ese peculiar discurso de comunicación.
Hace días, AMLO, al estilo del monje dominico, Tomás de Torquemada, desató insistente persecución contra los ex presidentes, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, acusándolos de todos los males que nos acontecen, días después, tocó a Carlos Salinas y a Luis Videgaray ligeramente, incluso, dijo que estaba interesado en ver como “pago por evento” el video que presentó ante la Fiscalía, Emilio Lozoya, en claro y morboso gesto de curiosidad enfermiza.
Al día siguiente y después de los dislates cometidos, al llamar narco-estados a los gobiernos de los expresidentes Calderon y Peña, se desdijo y sorprendido se burló del por qué, Felipe Calderón se enoja con él, que nada tuvo que ver en el asunto, agregando, que como dijo el clásico “y yo porqué”.
Este tipo de distractor que está usando el presidente, ya no distraen de los graves problemas que están sucediendo en México, principalmente en el sector salud y en el económico, que no levanta, por el contrario, cada día se agrava al haberse perdido 12.5 millones de empleos, 2.1 millones de empleos formales y 10.4 de empleos informales solamente en abril, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Según Jonathan Heat, subgobernador del Banco de México, para calcular la magnitud del impacto, hay que considerar la “brecha laboral”, que sobrepasó el 50 por ciento de la fuerza laboral potencial, mayor al 20 por ciento e marzo, ademas del desempleo, al subempleo, y a la población no económicamente activa pero disponible para trabajar. En total, la Población Económicamente Activa (PEA) ocupados más desocupados, pasó de 57.4 en marzo a 45.4 millones en abril.
El impacto que ha causado la enfermedad es catastrófico, en parte porque ha sido insuficiente el apoyo del gobierno a las pequeñas y grandes empresas para preservar el empleo. A las pequeñas y medianas empresas se les abrió un crédito de 25 mil pesos que, mayormente fue rechazado y no utilizado por ser insuficiente. En cuanto a las grandes empresas, el presidente les dijo que no tendrían ningún apoyo fiscal, negándose a movilizar el Fondo de Rescate semejante al de Estados Unidos o al de los países europeos.
Ante el caos ocasionado por la enfermedad, la equivocada conducción de la economía y la estrategia de un solo hombre para manejar la pandemia, que mejor que usar los dislates, como el pronunciado en Chilpancingo, y en Acapulco, puerto que esta hecho un desastre turístico con una bahía contaminada por estar recibiendo descargas de aguas negras y preso de una violencia que no se detiene en el estado Guerrero.
Y a propósito de Guerrero, la joya presidencial pronunciada por el presidente tuvo una ventaja como fue la de no haberse iniciado todavía las clases en las escuelas del país, toda vez que la clase de historia narrada por el presidente fue para reprobar cualquier examen de enseñanza básica.
Sucedió que durante su gira, el presidente dirigió un mensaje en la conferencia de prensa del viernes 14, mencionando a Vicente Guerrero como un ejemplo de lo que es un “siervo de la nación” y luego rematar, que fue el insurgente guerrerense quien dictó el patriótico documento Sentimientos de la Nación.
Ser, como lo mencionaba Guerrero, Siervo de la Nación. Acuérdense que aquí en Chilpancingo se dieron a conocer los Sentimientos de la Nación, y ese documento es un catecismo de política social, breve, claro y profundo. Lo dictó Vicente Guerrero a Andrés Quintana Roo, subrayó el presidente.
Sentimientos de la Nación es uno de los textos más importantes de la Historia de México, cuya ideología se basa en la Guerra de Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, movimientos revolucionarios que inspiraron la Independencia de México. Si se dio en Chilpancingo, durante la apertura del Congreso de Anáhuac, pero su autor es José María Morelos y Pavón.
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