Héctor Moctezuma de León.
¿No sabía Claudia Sheinbaum la jefa del gobierno de la Ciudad de México cuando designó a Jesús Orta Martínez como jefe de la policía capitalina que, éste era un pillo que trabajó en el área de seguridad del gobierno anterior de donde salió muy mal?
Hasta donde se sabe para designar a una persona para un puesto de ese calibre en un gobierno, sea federal o estatal, el titular o la titular, debe de tener muy preciso el perfil y sus antecedentes. Las personas encargadas de la seguridad deben de pasar por un examen de control de confianza.
El señor Orta Martínez quien entregó pésimos resultados de la seguridad en la capital del país, por eso lo despidieron, se desempeñó como secretario general de la Policía Federal, de 2012 a 2014, justo cuando Miguel Ángel Osorio Chong era el titular de Gobernación, ¿no lo sabía la doctora?
El viernes por la noche se dio a conocer que este ex-funcionario del área de Seguridad en el gobierno de Enrique Peña Nieto está vinculado al desvío de 2 mil 500 millones de pesos de la partida de gastos de Seguridad Pública Nacional, por lo que la Fiscalía General de la República ha solicitado a un juez una orden de aprehensión, junto con otras 18 personas.
Fue francamente criminal lo que hicieron este señor Orta y Frida Martínez Zamora y demás presuntos implicados, porque desviar 2 mil 500 millones de pesos que estaban presupuestados para garantizar la seguridad en un país con un grave problema de violencia, es no tener escrúpulos.
Estos muchachos salieron peor que aquellos policías como Alfonso Durazo, Raúl Mendiolea, Jesus Miyazawa, Francisco Sahagún Baca, famosos por sus “caricias” a los detenidos, ellos más que meterle mano al erario, extorsionaban a los delincuentes, e incluso los detenían y luego los soltaban mediante una cómoda cuota.
¿Cómo garantizar la paz con pillos como Orta Martínez incrustados en las áreas de seguridad? Imposible.
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Después de leer el reportaje del colega, Rivelino Rueda, publicado en el periódico El Financiero en aquellos días cuando se discutía la Reforma Energética en el Senado en el sexenio pasado, queda claro, que Enrique Peña Nieto y su banda de rateros manejaron el país, como de su propiedad, tal como lo hizo Salinas de Gortari, el maestro al que los alumnos, superaron para realizar el Gran Atraco a México. Las reformas que Peña Nieto ordenó sacar adelante no fueron reformas estructurales para relanzar la economía mexicana, fueron para legalizar del saqueo indiscriminado y el reparto del botín entre la clase política… La sorpresa en la Cámara de Senadores para el próximo primero de septiembre, cuando inicie el tercer año de sesiones será el regreso del sonorense, Alfonso Durazo quien dejará la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y se reincorporará a su escaño en el Senado desde donde iniciará la construcción de su candidatura para el gobierno del Estado de Sonora por Morena… Ricardo Cortés Alcalá es un funcionario de nivel medio de la Secretaría de Salud, del equipo de Hugo López Gatell. Es relativamente joven y carismático, lo mismo se reúne con la gente del futbol para analizar los protocolos de los partidos, que se encarga del trabajo en redes sociales y la publicidad sobre las recomendaciones para evitar la propagación del COVID-19, que de las aplicaciones para detectar la movilidad. Este fin de semana Cortés encabezó las conferencias de sábado y domingo en Palacio Nacional y explicó algo muy importante que ni López Gatell ni José Luis Alomía han podido explicar, que al día de hoy, en México hay 39,674 personas con el virus del SARS-COV2, algunos están hospitalizados, otros en sus casas. ¿Por qué sacó a colación este dato? Porque la forma como informan el subsecretario y el director de Epidemilogía, pareciera que los 485,836 casos confirmados son total de las personas que padecen el virus y no es así. De éstos 485,836 más de 50 mil lamentablemente murieron, 39,674 están activos y el resto se recuperó.
@HctorMoctezuma1