Nueva York.- El líder de las Naciones Unidas urge a los donantes a actuar y afirma que la Organización seguirá asistiendo a Líbano en la emergencia. También destaca el enojo de los libaneses por el siniestro y pugna por una investigación creíble. En un evento sobre la situación humanitaria del país, el coordinador de Ayuda Humanitaria, por su parte, advierte que la recuperación y reconstrucción costará miles de millones de dólares y que requerirá financiamiento público y privado.
Las Naciones Unidas celebraron este lunes un evento virtual para informar sobre la situación humanitaria de Líbano tras la trágica explosión del martes pasado en Beirut, que causó más de 150 muertes, un número indeterminado de desaparecidos y miles de heridos, además de destruir el principal puerto del país, numerosas viviendas y otra infraestructura.
El Secretario General de la ONU expresó su solidaridad con el pueblo libanés y adelantó que las reverberaciones económica y social del estallido se seguirán sintiendo en los meses por venir y agregó que para aliviar las necesidades inmediatas de la población, el sistema de las Naciones Unidas ha emprendido un amplia respuesta que incluye el suministro de pertrechos médicos y humanitarios, así como financiamiento para otras provisiones urgentes.
“La explosión vino en un momento de por sí difícil para Líbano, que ya encaraba adversidades económicas y el impacto del coronavirus. Aún así, el pueblo libanés ha mantenido su generosidad acogiendo a los refugiados palestinos y sirios”, dijo António Guterres, destacando el espíritu solidario de los libaneses.
Ahora, la comunidad internacional debe mostrar su solidaridad con Líbano, agregó Guterres y agradeció a los países que se apresuraron a aportar apoyo financiero y material tras el desastre.
“Urjo a los donantes a actuar con rapidez y generosidad”, puntualizó.
Con información de la ONU