Héctor Moctezuma de León.
Mostrar un optimismo desboradado como lo que nos receta en las mañaneras o los fines de semanas desde su residencia en Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador, no es privativo ni un invento del tabasqueño, es la misma actitud que asumen todos los presidentes del mundo cuando las crisis hacen estragos en la población, sobre todo en la más vulnerable.
“La economía toco fondo y va para arriba” “tenemos la esperanza de que vamos a salir adelante” “hay razones para sostener nuestro optimismo”, dijo apenas del sábado pasado desde la sede del poder ejecutivo. Desgraciadamente la realidad aplasta el optimismo de López Obrador, la crisis económica, supera con mucho a las que ha sufrido el país a través de la historia.
La pandemia que azota al mundo vino a darle la puntilla a la endeble economía mexicana en el gobierno de la 4ª Transformación y, desde luego no todo es culpa de la administración del tabasqueño, porque en mucho dependemos de lo que está sucediendo en todo el mundo, especialmente con nuestros principales socios comerciales.
No se necesita ser un experto en temas económicos para darse cuenta que no está el horno para bollos. A riego ser simplista, me atrevo a decir que esto es como en un hogar en donde el jefe de la familia tiene un ingreso con el que ha logrado sobrevivir, pero de pronto se le vino el mundo encima y le salieron gastos por aquí, gastos por allá, el salario ya no le alcanza y se acabó los ahorros que logró acumular a lo largo de su vida.
Eso mismo le está pasado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con esta crisis que nos trajo la pandemia, ningún presupuesto alcanza. Tener que invertir en salud lo que no se tenía previsto, vacunas, en educación lo mismo, en apoyos populares igual, nuevas inversiones para la creación de empleos, así nos podemos seguir y nunca vamos a terminar.
López Obrador tendrá que recurrir al endeudamiento externo e interno, aunque el Secretario de Hacienda tenga que enmascararlo hasta como “una ayuda humanitaria del Fondo Monetario Internacional”, o como le quieran llamar. Las voces de los críticos de la 4ª no se harán esperar, pero ¿se puede hace otra cosa? Incluso la deuda podría crecer más que en los anteriores gobiernos.
A rezar señores porque como decía Pancho Villa para animar a sus tropas: “Ánimo cabrones , que más adelante está lo más feo”, es fusilata de las redes no crean que tengo la cultura libresca del inquilino de Palacio Nacional.
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Quienes afirman que la captura del “Marro” se debió a la congelación de sus cuentas, se ve que no conocen cómo operan los cárteles, el dinero no sólo lo tienen lavando, también tienen “Caletas” o sea fajos de dólares enterrados en algún lugar seguro. Quienes digan que con esta captura se acabó la violencia en Guanajuato, no saben de lo que hablan, el hueco ya está cubierto. En su libro “Ilícito”, Moisés Naím director de la revista Foreign Policy, cita un a un experto criminólogo mexicano, el cual no da su nombre, quien declaró hace algún tiempo al New York Times: “la buena noticia es que el gobierno de México ha arrestado a más narcos y ha desarticulado más cárteles, la mala es que eso no sirve para nada”. Señor Durazo, no eche las campanas al vuelo… No somos iguales dice López Obrador, en efecto, en el PRI también defendían a los funcionarios cuando se exigía su renuncia, tampoco los renunciaban, pero dejaban pasar el toro, el caso de López Gatell es lo mismo, pero ventilado… Escalofriante ese dato que dio a través de su cuenta de twitter Zoé Robledo: Una de cada 10 mujeres embarazadas ¡son niñas de entre 10 y 16 años!
@HctorMoctezuma1