Nueva York.- Una vez más hay hambruna en el horizonte, escalada del conflicto, devastación económica y falta de fondos para las agencias humanitarias. Por si fuera poco, el COVID-19 se propaga sin control y un buque petrolero flota a la deriva frente a sus costas, dice el coordinador de la ONU para Ayuda de Emergencia. “Yemen vive los peores momentos”, agrega el enviado especial a ese país y apela a las partes en conflicto a sellar un acuerdo.
Las negociaciones entre el gobierno de Yemen y el movimiento houthi Ansar Allah iniciaron hace cuatro meses y aún no llegan a un consenso. El enviado especial de las Naciones Unidas para ese país, mediador de esas conversaciones, previó un futuro desolador si las partes no consiguen un acuerdo antes de que se cierre la ventana de oportunidad para que los yemenitas alivien su sufrimiento.
En un informe al Consejo de Seguridad de la ONU, Martin Griffiths recordó que el objetivo de las negociaciones es acordar una declaración conjunta que incluya un alto el fuego nacional, medidas económicas y humanitarias y la reanudación del proceso político para poner fin al conflicto en Yemen.
El diplomático indicó que si el gobierno yemení y los houthis no consiguen un punto de encuentro, el país entrará en una fase de más violencia, un avance descontrolado de la pandemia del coronavirus y una profunda crisis económica y humanitaria.
Con información de la ONU