Nueva York.- Diez años después de la que la ONU reconociera explícitamente el agua y el saneamiento como derechos humanos, miles de millones de personas todavía carecen de ellos, denuncia un relator independiente.
“La pandemia de coronavirus nos ha enseñado que dejar atrás a las personas que más necesitan los servicios de agua y de saneamiento puede conducir a una tragedia humanitaria,” dijo Léo Heller, que considera que su provisión debe ser una prioridad en los próximos 10 años “si queremos construir sociedades justas y humanas.”
Heller indicó que los países no parecen estar listos para lograr los objetivos relativos al agua, el saneamiento y la higiene para 2030. Una de cada tres personas sigue sin poder acceder al agua potable y más de la mitad de la población mundial carece de acceso a un saneamiento seguro.
Unos 3000 millones de personas no disponen de instalaciones básicas para el lavado de manos con jabón y agua, y más de 673 millones todavía practican la defecación al aire libre. Esta situación inaceptable causa 432.000 muertes debidas a la diarrea cada año.
Con información de la ONU