Carlos J. Pérez García.
Puede que se den otras explicaciones pero me parece improbable que haya alguna más certera que la opinión generalizada sobre el complicado desempeño del Gobierno Federal en un asunto tan relevante. Igual se aprecian otros casos en que el presidente también hace pareja con diversos individuos… y ya los podremos ver después, pues hoy nos vamos a concentrar en uno.
A raíz de la pandemia que arrancó con el año, se han observado desaciertos evidentes a cargo de un par de personajes, Andrés Manuel López Obrador y Hugo López-Gatell Ramírez, que han generado notorios resultados desfavorables. Se critica con mayor severidad al médico y vocero, si bien él no puede ser evaluado sin su jefe y amigo que lo nombró y lo condiciona.
Bueno, aun con su formación y experiencia, la sumisión al líder ha desplazado su conocimiento e incluso mata cualquier estrategia. Las sugerencias irresponsables de AMLO nunca fueron desechadas por su subalterno y admirador,… de hecho se han protegido uno al otro con el técnico como el fusible que se quemaría para cuidar al mandatario.
La lealtad resulta muy importante para el ser humano, y destaca aún más en el servicio público y la buena política. Además de conveniencia, puede mostrar amor entre las parejas de distinto sexo y entre hombres de Estado que mutuamente se prodigan apoyo y solidaridad. Hay quienes dicen que amor con amor se paga… es, pues, amor correspondido, o al menos respeto recíproco.
Cuando alguien ha actuado mal y los cercanos se enteran, quien se ve expuesto tiende a recurrir al ‘espíritu de cuerpo’ de orígenes militares, para tratar de que esas fallas sean aceptadas por ellos y, sobre todo, encubiertas frente a los demás. El doctor también tiene bastante culpa, desde luego, y podría haber dejado su cargo aunque no es nada fácil abandonar el poder y la fama.
Todo ello se sitúa en un marco de personas específicas y sus formas de ver el mundo, que interactúan con sus virtudes y defectos. Ante al país, los resultados tienen que mejorar.
En corto, el taimado líder confiesa que cuando habla su intención es emocionar a la gente y manejarla, al tiempo de generar esperanzas porque son “muy poderosas”. Esto ha llegado a formar parte integral de su populismo y su demagogia, de manera similar a otros casos.
Miren, la brillante y exitosa Angela Merkel ha concluido que “la pandemia no puede ser combatida con mentiras y desinformación”, ni tampoco con división. El populismo que niega los hechos y rechaza los contrapesos, está mostrando sus límites tal como se percibe hoy en los liderazgos de Brasil, Estados Unidos, México y Gran Bretaña… con o sin un doctor López-Gatell.
Los resultados aquí han sido confusos o negativos, y además hay que ser sabio para aprender de la historia. Advertía Hegel: “Lo único que aprendemos de la historia, es que no aprendemos nada de la historia”. E igual cualquier tonto puede aprender de la experiencia, no de la historia.
Se requieren cambios, o al menos variantes, en lo que se lleva a cabo… aunque no se sustituya a personas. Ha habido y habrá muchas vidas de por medio.
Otras duplas malhadadas vendrían a ser el propio AMLO con Beatriz Gutiérrez Müeller, con Epigmenio Ibarra, con Alfonso Durazo, con Rocío Nahle, con Irma Eréndira Sandoval, con Olga Sánchez Cordero, con Jesús Ramírez… Ya las podremos ver.
* EN SU NUEVO PERÍODO la Conferencia Nacional de Gobernadores deberá jugar un papel fundamental en asuntos muy delicados para el país y las entidades federativas, tales como la posible discusión de una verdadera reforma fiscal, el recuento de la pandemia a fin de mejorar en las siguientes fases, el fortalecimiento de los avances en seguridad a pesar del incremento en la pobreza, el manejo del deterioro económico con medidas adicionales de inversión sostenible, no tanto de gestos humanitarios.
Con la CONAGO al mando de Juan Manuel Carreras, se podrá acreditar voluntad y eficacia para superar cualquier diferencia y buscar soluciones comunes al ver el mundo con los ojos del otro.
@cpgarcieral
