Nueva York.- Desde algoritmos de reconocimiento facial que fallan más con afrodescendientes y asiáticos hasta permitir que gente rica financie plataformas para defender la ideología supremacista, pasando por los bots que interfieren en elecciones y asuntos políticos, el actual modelo comercial de las redes sociales más populares se beneficia activamente de la información falsa, el racismo y la intolerancia para hacer negocio, denuncia una experta independiente de la ONU.
Las tecnologías digitales emergentes impulsadas por macro datos e inteligencia artificial afianzan la desigualdad racial, la discriminación y la intolerancia, asegura el informe de una experta de la ONU en derechos humanos.
Según Tendayi Achiume, relatora especial sobre racismo, incluso cuando los desarrolladores y usuarios de tecnología no pretenden que la tecnología discrimine, a menudo lo hace de todos modos.
“La tecnología no es neutral ni objetiva. Está fundamentalmente conformada por las desigualdades raciales, étnicas, de género y de otro tipo que prevalecen en la sociedad, y típicamente empeora estas desigualdades. Está resultando en discriminación y trato desigual en todas las áreas de la vida, desde la educación y el empleo hasta la atención médica y la justicia penal”.
Según Achiume, el problema no es simplemente el racismo extremista, la xenofobia y la intolerancia y va mucho más allá de eso.
“Las empresas como Facebook tienen modelos económicos y comerciales que significan que se benefician activamente de la información errónea, la discriminación y la intolerancia. Además, muchos gobiernos han adoptado algoritmos que discriminan estructuralmente a los grupos marginados”, explicó.
Con información de la ONU