Rubén Cortés.
El intento del actual gobierno de borrar el pasado (al parecer sólo por capricho) estancará el Caso Iguala per saecula saeculorum. Porque ahora apresarán a 46 nuevos acusados. Sin embargo, ya liberaron a 77, de 177 que habían sido capturados con pruebas.
La liberación más sorprendente ha sido la de el Cabo Gil, segundo del cártel Guerreros Unidos, quien tenía en su teléfono fotos de torturados y ejecutados, mensajes con subalternos, saldo de balaceras con Los Rojos o La Familia Michoacana.
Quedó libre porque 81, de 110 pruebas en su contra, se recaudaron con violencia. Claro que es gravísimo que la confesión se arranque a golpes. Pero, si había suficientes pruebas de su participación ¿por qué no castigaron a los torturadores y retuvieron al acusado?
Otro liberado fue El Pajarraco, quien de acuerdo a la pesquisa, trasladó a los normalistas en una camioneta de redilas hacia el basurero de Cocula, donde sus cuerpos fueron incinerados. O sea, ya están libres piezas clave… y buscarán… nuevas piezas clave.
Aunque tampoco se puede olvidar que los liberados fueron ayudados con recursos legales aportados por los grupos que, antes de la llegada del actual gobierno, señalaban al Ejército como principal culpable del caso.
En cambio, ya con la mayoría de los miembros de cárteles libre, el actual gobierno va por 46 servidores públicos, en especial el extitular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, quien, según la Fiscalía huyó, pero sabe dónde está.
Va a empezar de cero en un proceso que llevaba un extenso camino recorrido para determinar que los 43 fueron secuestrados, asesinados, incinerados y arrojados al río San Juan, por los Guerreros Unidos, al creerlos miembros del Cártel Los Rojos.
En ello trabajaron cientos de policías, agentes, peritos, científicos, universidades y centros de investigación de México y el extranjero: Instituto de Biología de la UNAM, Imperial College de Londres, Oficina Forense de Norfolk…
Además, confesaron Felipe Rodríguez (de Guerreros Unidos y ejecutor directo), Patricio Reyes, Jonathan Osorio y Agustín García, también participantes, así como 142 implicados más, 77 de los cuales están libres por ser maltratados en los interrogatorios.
No deja de ser un desperdicio de tantísimos talentos personales y de recursos del Estado mexicano. Sin embargo, habrá que ver si en la nueva pesquisa sale a relucir el poderoso vínculo del Caso Iguala con la autollamada izquierda en México.
Por ejemplo, Morena quitó como su candidato al gobierno de Guerrero a Lázaro Mazón para “no vulnerar al partido”, por su relación con el alcalde perredista José Luis Abarca, quien dio la orden de ir contra los normalistas.
Porque borrar para recomenzar conlleva muchos riesgos. Olvidan que, para que todo cambie…
Algo debe permanecer.