México.- “La relación entre cine y discapacidad no siempre ha sido tan fluida como en los últimos tiempos. El cine es una poderosa herramienta para la normalización de la discapacidad, a través de personajes cargados de matices, tan ricos y trabajados que acaparan la atención de crítica y público”, dice Marta Laso en su artículo “Cine y discapacidad: el camino hacia la normalización”, escrito para la revista digital Le Miau Noir.
“A lo largo de la historia del cine, las distintas generaciones de actores y directores han construido su discurso creativo en torno las sensibilidades sociales predominantes. Así, a finales de los ochenta, la discapacidad se convirtió en un tema recurrente. En este contexto se estrenó Rain man (Barri Levinston, 1988), en la que un excepcional Dustin Hoffman daba vida a un hombre con autismo por el que fue premiado con un Oscar. En 1989 se estrenaron dos películas que, aunque muy diferentes entre sí, están protagonizadas por personajes que utilizan una silla de ruedas. Se trata de Mi pie izquierdo (Jim Sheridan, 1989) y Nacido el cuatro de Julio (Oliver Stone, 1989), protagonizadas por Daniel Day-Lewis, que recibió su primer Oscar, y Tom Cruise, nominado también al premio”, dice Laso.
“Pero si hay un personaje con discapacidad que marcó una época en el mundo del cine, ese es Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994). Tom Hanks hizo historia con una interpretación que pasó al imaginario colectivo con frases inolvidables”, sostiene la autora.
El Arsenal / Con información de Le Miau Noir / Fotograma de Forrest Gump