EEUU.- Ante la pandemia del COVID-19, los parlamentos y otras instituciones de gobiernos están sujetos a las mismas medidas de distanciamiento social que otras organizaciones públicas y privadas. Sin embargo, en tiempos de crisis, el papel del parlamento es más vital que nunca para aprobar leyes de emergencia, asignar recursos y controlar la acción del gobierno. Algunos parlamentos están modificando leyes y procedimientos para permitir el trabajo remoto, algunos han seguido reuniéndose físicamente y otros se han abstenido totalmente.
La Unión Interparlamentaria (UIP) está ayudando a facilitar la coordinación interparlamentaria y la solidaridad compartiendo ejemplos de cómo los parlamentos pueden continuar legislando, debatiendo y analizando las acciones del gobierno en un momento de bloqueo y distanciamiento.
Unos sistemas parlamentarios sólidos son el pilar de la democracia. Los parlamentos representan la voz del pueblo, aprueban leyes, son los encargados de asignar los fondos para llevar a cabo leyes y políticas, así como de pedir a los gobiernos que rindan cuentas. Su trabajo consiste en velar que esas políticas beneficien a todo el mundo, especialmente a los más vulnerables; por ejemplo, aprobando leyes en temas de violencia contra las mujeres o asegurando un acceso igualitario a la sanidad.
Los parlamentos son responsables de hacer cuadrar las agendas internacionales y nacionales, de asegurarse de que los gobiernos apliquen los tratados y acuerdos internacionales que han suscrito. Asimismo, desempeñan un papel vital en la implementación de la Agenda 2030, para el Desarrollo Sostenible y la Unión Interparlamentaria trabaja con estos estrechamente para ayudarles en la realización de sus tareas.
En los países que salen de un conflicto, unos parlamentos consolidados pueden ayudar a hacer posible una transición pacífica hacia una democracia que funcione, evitando las divisiones sociales a través del diálogo y la cooperación.
El Arsenal / Con información de la ONU