EEUU.- Con ella se puso fin al nacionalismo desenfrenado y trajo la esperanza de una seguridad colectiva mediante la resolución pacífica de las disputas, asegura el titular de las Naciones Unidas, para quien el tratado sigue siendo la piedra angular de la convivencia en un mundo preso de la pandemia, la desigualdad y la guerra.
La Carta de las Naciones Unidas nació de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial y su firma en un día como hoy hace 75 años trajo reglas y esperanzas a un mundo en ruinas y sirvió para cerrar una era y dar el inicio a otra, señaló el Secretario General de las Naciones Unidas este viernes en su mensaje por la conmemoración de la firma del tratado.
“Se acabó el nacionalismo desenfrenado y el precario equilibrio de poder que produjo dos guerras mundiales catastróficas; llegó la promesa de la seguridad colectiva y la resolución pacífica de disputas”, describió António Guterres, al resaltar la importancia del acuerdo internacional, que este viernes contó con un acto de homenaje en línea en conmemoración por sus tres cuartos de siglo.
“Continúa siendo nuestra piedra angular para un mundo envuelto en una pandemia, desgarrado por la discriminación, en peligro por el cambio climático y marcado por la pobreza, la desigualdad y la guerra”, recordó.
Sin embargo, y pese a la importancia de los acuerdos multilaterales de postguerra, destacó que las realidades a las que nos enfrentamos actualmente “son tan devastadoras como siempre”. Entre ellas citó la pandemia del coronavirus, la pérdida de confianza del público en los sistemas políticos o las actuales manifestaciones contra el racismo.
“Mientras tanto, otras vulnerabilidades básicas no han hecho más que crecer: la crisis climática, la crisis ambiental degradación, los ciberataques, la proliferación nuclear, el retroceso en los derechos humanos y el riesgo de otra pandemia. No es tan difícil de imaginar que un nuevo virus se transmita fácilmente como el COVID-19 y sea tan mortal como el ébola”, profetizó.
El Arsenal / Con información de la ONU