EEUU.- El aumento del desempleo y la reducción de oportunidades causadas por la pandemia pueden afectar desproporcionadamente a los más pobres, haciéndolos más vulnerables al uso de drogas y también al tráfico y el cultivo de drogas para ganar dinero.
Más de 35 millones de personas en todo el mundo padecen trastornos por consumo de drogas, y la pandemia amenaza con agravar aún más los peligros de estas sustancias, advierte un nuevo informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito.
El documento que se publica anualmente afirma que en 2018 unos 269 millones de personas consumieron drogas a nivel mundial, un aumento del 30% en diez años.
Según la Oficina, el aumento del desempleo y la reducción de oportunidades causadas por la pandemia pueden afectar desproporcionadamente a los más pobres, haciéndolos más vulnerables al uso de drogas y también al tráfico y el cultivo de drogas para ganar dinero.
“Los grupos vulnerables y marginados, los jóvenes, las mujeres y los pobres pagan el precio del problema mundial de las drogas. La crisis del COVID-19 y la recesión económica amenazan con agravar aún más los peligros de las drogas, cuando nuestros sistemas sociales y de salud han sido llevados al límite y nuestras sociedades están luchando para hacer frente”, dijo la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly.
“Necesitamos que todos los gobiernos muestren una mayor solidaridad y brinden apoyo, sobre todo a los países en desarrollo, para abordar el tráfico ilícito de drogas y ofrecer servicios basados en evidencia para los trastornos por consumo de drogas y enfermedades relacionadas, para que podamos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promover la justicia y no dejes a nadie atrás”, agregó Waly.
El Arsenal / Con información de la ONU