Por Raúl Flores Martínez.
En México el suicidio entre niños y jóvenes es un fenómeno que silenciosamente va creciendo con el desinterés de los padres y la sociedad.
De acuerdo con datos del Inegi, los suicidios entre jóvenes menores de 15 años han crecido en un 385 por ciento; es decir, en 1990 se registraron 47 muertes y en 2016 de acuerdo al último reporte, 228 niños y jóvenes se quitaron la vida.
Es por ello que se les ha denominado la generación de cristal, tan frágil que no soportan las críticas, regaños y las reglas del hogar.
Una generación que ha sido descuidada por los propios padres o en la mayoría de los casos por las madres solas que se hacen cargo de la manutención de los hijos, lo que conlleva a salir a buscar el alimento y cubrir los gastos diarios.
De acuerdo con las diversas investigaciones que ha realizado la Secretaría de Salud federal, el suicidio entre los niños y jóvenes, proviene directamente de los videosjuegos, programas de televisión, series e incluso a través de las redes sociales e internet.
Algunos videojuegos como Grand Theft Auto, Zombie, Minecfarft, es donde se han detectado suicidios de más protagonista, lo que invita a los niños y jóvenes a autoflagelarse de manera inconsciente hasta quitarse la vida.
Vivimos apresurados en la actualidad, dónde hay un gran desinterés de la sociedad para los jóvenes, para esa generación de cristal que sufre en silencio ante la falta de seguridad en su persona, ante la falta de interés de algunos padres en el dolor o decepción de sus hijos.
Acaso usted que me lee, ¿sabe dónde están sus hijos en este momento? ¿Sabes quiénes son sus amigos cercanos? ¿Sabe qué les frustra o a qué le tienen temor? ¿Sabe sus gustos?
Preguntas que debe hacerse con la única finalidad de ayudar a su hijo, sobrino, nieto o vecino, cuando estén en depresión que los puede conducir a la muerte, así es esta generación de cristal.