Raúl Flores Martínez.
Ya no es de sorprenderse la capacidad de reacción de toda la estructura de la CNDH para los grandes temas nacionales de interés público, su reacción es tan lenta como la capacidad que tiene su titular Rosario Piedra Ibarra.
No es de sorprenderse, que todo el equipo que compone sus asesores y comunicación social, sean lentos para reaccionar, algunos ya están fuera de ritmo para los actuales tiempos.
El tema de la caravana migrante, está desde la semana pasada en el foco de todos los medios de comunicación; ya se tiene la experiencia de otras caravanas del año pasado y aún así, este organismo no tiene previsiones.
Estoy seguro que en las próximas horas, sacarán un comunicado sobre los niños de las policías comunitarias de Guerrero; un día o dos días después de los hechos van a reaccionar, cuando la mayoría de los organismos lo hicieron horas después.
Dónde está la institución que debe o supuestamente debe velar por los Derechos Humanos de los mexicanos.
¡Tantita madre, CNDH! No son un medio de comunicación para prever las cosas, esos es comprensible; pero esa actitud godinesca del valemadrismo desde su cabeza hasta su área de comunicación social, deja mucho que desear.
No fuera un operativo contra integrantes del Cártel del Noreste/Zetas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, porque reaccionan con furia contra las Fuerzas Armadas.
Es una lástima que muchas personas que amo, laboren en este organismo que día a día se hunde en el servilismo, fracaso, olvidó y valemadrismo.
¡Tantita madre, CNDH! Tantita para estar presente en los temas de coyuntura para quitar la duda de la elección para poner al frente a Rosario Piedra, tan gris que está dejando muy mal el legado de su señora madre.
Ya vendrán tiempos donde está “defensora” sea exhibida en su burocratismo y faltan formas de hablar, es una lástima que esté al frente de un organismo que costó millones de pesos y ahora solo le queda el nombre.