Rubén Cortés.
Es buena noticia la del gobierno sobre la inversión extranjera:
De enero a septiembre de 2019, creció un 8.8 por ciento más que en igual periodo de 2018, al llegar a 26 mil 055.6 millones de dólares.
Es mala noticia la de los inversionistas extranjeros:
Desde junio de 2019 les ha costado más trabajo convencer a nuestras casas matrices de invertir en México.
¿Quién tiene la razón? Pues depende del cristal con el que se mire. Para el analista Ramses Pech, las nuevas inversiones en 2019 representaron el 36.13 por ciento del total, y las de 2018 fueron de 36.92 por ciento: así que no hubo incremento en valor absoluto.
El aumento de capital de una empresa existente en 2019 de 55.23 por ciento del total y el de 2018 fue del 41.26 por ciento. “Indica que las empresas tuvieron que inyectar dinero para mantener el negocio”, explica.
Se entiende entonces el anuncio del miércoles las 51 firmas del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales: les preocupa el incremento de la percepción de incertidumbre y hostilidad hacia la inversión privada y eso mermaría la inversión hasta 2024.
Lo cual aviva un poco más el círculo vicioso que se está formando: economía estacionada (cero crecimiento), el consumo a la baja (la gente casi no gasta dinero) y sin incremento en el valor absoluto de la inversión.
Además, los niveles de inversión en relación con el PIB son muy pequeños (en 2019 no llegó al 20 por ciento) y debe movilizar cuando menos 25 por ciento del PIB entre inversión publica y privada. De lo contrario, no habrá crecimiento y bajará el empleo.
Es decir: este último continuaría descendiendo, porque 2019 cerró sin empleos adicionales a los que se registraban en noviembre de 2018, cuando había 20 millones 457 mil trabajadores afiliados al IMSS, y hoy existen 36 mil empleos formales menos que entonces.
En el año que arranca, un total de un millón 400 mil de jóvenes mexicanos cumplen la edad laboral y empiezan a buscar cómo ganarse la vida. Pero con la economía parada, sólo les quedará recibir un cheque de Jóvenes Construyendo el Futuro.
Aunque ese programa no resultó precisamente lo mejor que le salió al gobierno en 2019, ya que del millón de beneficiarios, sólo 15 mil fueron contratados en los centros de trabajo donde se capacitan. Quiere decir que sólo 1.5 por ciento fue fichado como trabajador.
Y tampoco es que fueron las grandes empresas. Según la propia Secretaría del Trabajo se trató básicamente de tortillerías, tiendas de abarrotes, papelerías, fondas, pollerías y cafeterías, a un gasto mensual para el erario de tres mil 600 por cada joven.
Mientras, todo está en suspenso…
Porque las empresas batallan para invertir.