México.- Durante el segundo semestre del año pasado, 35.3 por ciento de los hogares en zonas urbanas reportaron alguna víctima de robo o extorsión. La cifra acompaña una menor confianza –desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo en diciembre de 2018– de que la seguridad pública mejore en los próximos 12 meses, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Las ciudades con un mayor volumen de hogares perjudicados por un delito en la segunda mitad de 2019 fueron Tláhuac con 55.7 por ciento, Tlalnepantla con 55, Puebla reportó 53.2, Coyoacán 52.1 y Gustavo A. Madero 51.9 por ciento, exhibe la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) levantada en diciembre pasado.
En 16.1 por ciento de los hogares de 70 ciudades al menos un integrante del hogar fue asaltado en la calle o en el transporte público; en 12.6 por ciento de las casas se dio extorsión y en 12.6 por ciento el robo de un vehículo, detalló el organismo.
A la par, se estima que 19.4 por ciento de las personas mayores de 18 años fue víctima de al menos un tipo de acoso o violencia sexual en lugares públicos. La proporción escala a 27.2 por ciento en el caso de las mujeres, pero también 10.1 por ciento de los hombres fueron afectados por estas conductas que incluyen desde “comentarios ofensivos” hasta violación.
En general, durante diciembre pasado, 72.9 por ciento de la población de las principales ciudades mexicanas dijo sentirse inseguro. Prácticamente nueve de cada 10 personas reportaron esta percepción en Puebla, Tapachula, Ecatepec, Uruapan, Fresnillo y Tlalnepantla.
Mientras Mérida, San Pedro Garza García, San Nicolás de los Garza, Saltillo, Los Cabos y Puerto Vallarta son consideradas las ciudades más seguras del país, y aún en ellas al menos una de cada cinco personas se dijo vulnerable.
Con ese antecedente, en diciembre pasado, 33.6 por ciento de la población consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal; y 28.9 por ciento adicional aventuró un deterioro. En suma 62.5 por ciento no tienen una perspectiva positiva de la seguridad pública.
Este indicador es uno de los que más se ha visto impactado por el cambio político. En diciembre de 2018 cuando arrancó el gobierno del presidente López Obrador, por primera y única ocasión desde que se consulta, más de la mitad de los encuestados pensó que la seguridad mejoraría en los próximos 12 meses.
En esa bisagra de sexenio, sólo 29.4 por ciento apostó porque en el rubro todo seguiría igual y 19 por ciento adicional se decantó por un deterioro. En suma, 48.4 por ciento no veía mejoría en los próximos 12 meses.
Pasado ese tiempo, con el incremento en cifras de homicidios y otros delitos, actualmente las expectativas de que la inseguridad recrudezca se cuentan en niveles similares a los de 2013 y 2014, cuando al final de ese año -tras la desaparición de 43 estudiantes- el indicador se ubicó en 63.2 por ciento.