México.- México ha convertido los datos clave de su cobertura petrolera soberana en ‘secreto de Estado’ para proteger la información de los especuladores y evitar aumentos de costos, según documentos oficiales a los que Bloomberg tuvo acceso.
La medida reduce la transparencia en el funcionamiento del programa, la mayor transacción petrolera en Wall Street, que a menudo mueve el mercado. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mantendrá los datos en secreto durante cinco años, dijo al organismo de auditoría del Gobierno en una carta de febrero de 2019.
Si bien la secretaría y el Banco de México (Banxico) han revelado información detallada sobre el programa en años anteriores, el Gobierno este año solo ha proporcionado un costo anual aproximado: mil millones de dólares.
Revelar más datos aumentaría el valor de las primas pagadas por la cobertura, explicó el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, a periodistas en Ciudad de México el jueves.
“Diversas instituciones ajenas al programa de coberturas podrían utilizar la información con fines especulativos para comprar anticipadamente el mismo tipo de instrumentos financieros que utiliza el Gobierno Federal, elevando considerablemente su precio”, precisó el Banco Central en una resolución de marzo de 2018.
La Secretaría de Hacienda declinó hacer mayores comentarios sobre su política a lo manifestado el jueves. El Banxico no hizo comentarios inmediatos.
El Banco Central argumentó que, en años anteriores, México pagó más después de que los medios informaran sobre el programa de cobertura.
“La volatilidad en el precio de los crudos de referencia West Texas Intermediate y Brent se incrementó generando también un aumento en el costo ofrecido por las contrapartes para cubrir las operaciones concertadas con el Banco de México”, comentó, mencionando los dos principales puntos de referencia del precio del petróleo.
Un acuerdo considerable
Como parte de la cobertura petrolera, México compra opciones de venta —contratos que le otorgan el derecho de vender a un precio predeterminado— con bancos que incluyen a Goldman Sachs y compañías de energía como Royal Dutch Shell.
El acuerdo generalmente involucra entre 200 millones de barriles y 435 millones de barriles de crudo, con un valor de hasta 20 mil millones de dólares.
A principios de este mes, el Gobierno afirmó que había asegurado el presupuesto contra los precios del crudo, que caían por debajo de 49 dólares por barril.
México ha revelado históricamente el precio de ejercicio de las opciones de venta y el costo real del acuerdo, que se extiende desde el 1 de diciembre hasta el 30 de noviembre. Hasta el año pasado, también informaba el número de barriles cubiertos.
El Gobierno solía revelar su precio fijo a través de la cobertura, así como la cantidad de dólares adicionales por barril que cubriría a través del Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros (FEIP).
En 2017, por ejemplo, México cubrió 38 dólares por barril y aseguró otros 4 dólares por barril con las reservas de efectivo del FEIP, igual al nivel de 42 dólares utilizado para redactar el presupuesto ese año.
Además, con el tiempo, reveló información aún más detallada mientras el organismo que audita al Gobierno revisaba el programa, incluso cuando México comenzó y terminó de comprar las opciones, el nombre de los bancos con los que trató y la participación de cada firma en el acuerdo.
El Financiero