Héctor Moctezuma de León.
Los capitalinos estuvimos gobernados durante el sexenio del 2012 al 2018 por una auténtica caterva de ladrones encabezados por Alí Mancera Espinosa, del que ahora sabemos por qué buscó con tanto interés una senaduría que, por esas bondades de la ley electoral mexicana, le otorgó el Partido de la Revolución Democrática como respuesta por los favores recibidos desde el Palacio del Ayuntamiento.
Sin rascarle mucho, la contraloría del actual gobierno capitalino ha detectado a los hermanos Julio y Luis Fernando Serna, uno ex-jefe de la Oficina del titular del GCMX, el otro como director de la Central de Abasto; a Miguel Ángel Vázquez, ex subsecretario de Administración y Desarrollo Humano de la Secretaría de Fianzas, actualmente prófugo, con orden de aprehensión; a Raymundo Collis, como director del INVI, también con orden de aprehensión quien trató de evadir la acción de la justicia por medio de un amparo que le fue negado por el juez; y al dirigente sindical Juan Ayala, cómplice de Vázquez.
Este señor Vázquez, quien entró al PRD de la mano de René Bejarano, es un auténtico pájaro de cuenta, que arropado por los hermanos Serna manejó a su antojo la Secretaría de Finanzas para luego pasar a la jefatura de la Oficina del titular de Miguel Ángel Mancera, desde ahí, presionó a los trabajadores del gobierno para que hicieran proselitismo a favor de la candidata del PRD a la jefatura del gobierno capitalino, Alejandra Barrales.
En la policía capitalina impuso a su incondicional Alejandra Torres como jefa de la Caja, además también en complicidad con el dirigente sindical Ayala, también en graciosa huida, manejó a su antojo las cuotas sindicales y las prestaciones de los trabajadores de todo el gobierno de la ciudad.
El caso de Raymundo Collis, un policía que llegó de la mano de Marcelo Ebrard, a quien traicionó, manejó a su antojo la Central de Abasto y luego por esas cosas de las aportaciones a las campañas políticas, Mancera lo hizo director del Instituto de Vivienda, en donde para empezar pedía 10 millones de pesos a los desarrolladores para ser tomados en cuenta en los planes habitacionales. Esta acusado por otro delito, pero si le rascan a su paso por la CEDA van encontrar mucha pus.
Otra de las corruptelas que dejaron mucho dinero a la banda de Alí Mancera fue el cambio de uso de suelo que manejaron a su antojo, con el debido moche de los beneficiados a los funcionarios.
Alí Mancera y sus más de 40 ladrones dejaron un cochinero en la Ciudad de México, ojalá que Claudia Sheinbaum vaya hasta el senador, ahora que es más fácil desaforar a un legislador.
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Hace aproximadamente 10 años recibí el primer intento de extorsión, “papá me tienen secuestrado”, dijo una persona del otro lado de la línea teléfonica, de inmediato una persona con groserías y amenazas me pidió 40 mil pesos, después se bajó a 20 mil y en ese tiempo localicé a mi hijo en la Universidad, me volvió a llamar el extorsionador, le dije que le doblaba la entrega y que sería en un parque, de inmediato me respondió con una mentada y colgó. Al principio me apanicó, pero después con la ayuda de algunos amigos me tranquilicé. En noviembre pasado llamaron a mi domicilio para decir que iban a embargar porque había cometido el delito de evasión fiscal, tampoco lograron su objetivo, aunque sí sacaron de onda a mi familia, yo no estaba. Algo que puede servir a quienes no han tenido la experiencia es que en un secuestro nadie pide 40 mil pesos.