México.- Ante la trascendencia que han cobrado sus nombres, narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ernesto Fonseca Carrillo, Miguel Ángel Félix Gallardo y el colombiano Pablo Escobar Gaviria, han buscado sacar provecho económico de la situación.
Es por es que han tramitado la inscripción de sus nombre, apodos, rostros, firmas e incluso huellas dactilares, en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Sin embargo, de acuerdo con el diario El Universal, algunos particulares también intentaron realizar el trámite para tener la exclusividad de la palabra “narcos”, el nombre de la organización delictiva “Los Zetas”, o incluso alias como “El señor de los cielos”, “La Reina del Sur” o “La Reina del Pacífico”.
También, dice el diario, hay quien ha intentado registrar como propio personajes ficticios como Teresa Mendoza, la mexicana e incluso la imagen y el nombre de Jesús Malverde, conocido como el “santo de los narcotraficantes”; con la finalidad de utilizarlos como denominaciones y logotipos de productos que van desde bebidas alcohólicas, artículos religiosos, hasta prendas de vestir y joyería.
No obstante, el IMPI ha rechazado la mayoría de las solicitudes aduciendo impedimentos legales establecidos en las leyes de la Propiedad Intelectual y en los Derechos de Autor.
Los argumentos legales que el Instituto da es que los nombres y referencias solicitadas se ligan a personajes que atentan contra la moral y el orden público. Así mismo, señala que el trámite pretende registrar nombres propios o seudónimos de terceras personas sin acreditar el consentimiento de los verdaderos propietarios mediante una carta poder.
Entre los pocos delincuentes que lograron obtener el registro, dice El Universal, está Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, ex fundador del Cártel de Guadalajara en la década de los 80. En 2009 registró su nombre para poder ser usado en bebidas alcohólicas, por lo que el Instituto no encontró ningún impedimento.
Lo mismo ocurrió con el llamado “Príncipe del Narco”. La pareja sentimental de Rafael Caro Quintero, Diana Espinoza Aguilar, también registró el nombre del capo, pero fue rechazado ya que no contaba con facultades para adjudicarse el nombre del capo. No obstante, Caro Quintero le firmó una poder otorgándole facultades para cederle los derechos.
Infobae