CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco dijo hoy a la orden religiosa Legionarios de Cristo que aún le aguarda un largo camino de reformas, al dejar en claro que 10 años de rehabilitación por orden del Vaticano aún no la han purgado de las influencias tóxicas del cura pedófilo que la fundó.
En un discurso preparado, Francisco dijo a los nuevos superiores de la Legión que se necesita un “campo muy vasto” de trabajo para corregir los problemas de la Legión y sanear la orden.
Los exhortó a trabajar “enérgicamente en lo sustancial, dulcemente en los medios”.
Un cambio de mentalidad requiere mucho tiempo de asimilación en los individuos y en una institución, por eso es una conversión continua”, dijo Francisco.
Un regreso al pasado sería peligroso e insensato”, advirtió
El Vaticano tomó la conducción de la Legión en 2010 al revelarse que su fundador, el padre Marcial Maciel, abusó sexualmente de decenas de seminaristas, engendró al menos tres hijos y creó un culto furtivo destinado a ocultar su doble vida.
Aunque el enviado del Vaticano encargado de dirigir y reformar la Legión declaró en 2014 que la orden estaba saneada y había asumido su pasado, nuevos escándalos de abuso sexual pusieron en duda si en verdad había cumplido su misión.
Francisco preveía reunirse con la conducción de la orden mexicana y sus filiales consagradas Regnum Christi, que se encuentran en Roma para elegir a sus nuevos superiores y tomar otras decisiones.
El pontífice no asistió a la audiencia porque está enfermo, pero entregó el texto de su discurso a la Legión y la oficina de prensa del Vaticano lo publicó.
En su discurso, Francisco presentó sus reflexiones más extensas hasta la fecha sobre la Legión y Maciel, a quien san Juan Pablo II, cuando era papa, elogió por su ortodoxia y por su capacidad para atraer vocaciones y donaciones.
El escándalo de la Legión es una mancha en el legado de san Juan Pablo, ya que tanto él como sus colaboradores cerraron los ojos a las pruebas y la documentación, que el Vaticano posee desde la década de 1940, de que Maciel era un drogadicto, pedófilo y un fraude desde el punto de vista religioso.
Francisco dijo que, si bien la Legión no puede negar que Maciel es su fundador, “ustedes ya no lo pueden considerar un ejemplo de santidad a imitar”, en alusión al hecho de que algunos legionarios aún conservan fotos y leen los escritos de un hombre al que consideraban un santo en vida.
El culto de la personalidad creado por Maciel “de alguna manera contaminó” la inspiración espiritual original de la Legión, dijo el Papa.
Elogió a los legionarios por su disposición a aceptar los cambios y los exhortó a continuar en el camino de la renovación, con un nuevo consejo gobernante que, dijo, debe ejercer una función de control sobre los superiores.
Desde que estalló el escándalo en 2009, la Legión y su filial laica Regnum Christi han perdido sacerdotes y miembros, y han clausurado varias escuelas y seminarios.
Cuenta ahora con 970 sacerdotes, y apenas 51 novicios ingresaron a sus seminarios el año pasado, comparado con un promedio de 200 anuales en su mejor época.
AP