Raúl Flores Martínez.
Vaya polémica que se está generando con la iniciativa de ninguna mujer el 9 de marzo en las calles o trabajo, polémica porque algunos curiosos señala que es auspiciada por el ex Presidente Felipe Calderón.
Vaya tontería, como si la violencia contra las mujeres tuviera una bandera política que busca afectar al actual gobierno.
Sabemos sin ser expertos que la violencia está desbordada, que no hay una estrategia contra el crimen organizado y la delincuencia común.
Bueno, sí hay una estrategia de “abrazos no balazos”, una estrategia fallida que ha dejado un innumerable sobajamiento a las Fuerzas Armadas y una burla para el país.
Es momento de ser inteligentes, es momento de exigir otros argumentos, sobre todo que sean creíbles y no esas malas clases de historia que se dicen en las mañaneras, por cierto con las fechas inexactas.
Lo que sí es algo que muy pocos se han dado cuenta, es que Felipe Calderón es el coco del mesías tabasqueño, porque todo lo malo es culpa del ex Presidente.
Ejemplos claros, la falta de medicamentos, las marchas y protesta de la padres de los niños con cáncer, la falta de gasolina, las críticas del comediante conocido como “El Costeño” y ahora las marchas de los colectivos feministas, todo eso es culpa de Calderón.
Ya han pasado 15 meses del gobierno de la 4T y tal parece que es un gobierno sin cabeza, un gobierno que basado en la famosa corrupción cierra guarderías, quita servicios médicos, desaparecen los medicamentos.
Todo eso por un lado, por el otro pasa ante los ojos de todos los mexicanos, la charola a los empresarios para tener más recursos para sus programas clientelares.
Alguien le debe decir al Presidente Andrés Manuel López Obrador que no todas las protestas tienen tintes políticos, la muerte de 10 mujeres y 3 niños diariamente, no tienen partidos ni bandera política, es parte de la descomposición social y la falta de una estrategia de seguridad.
Que quede claro, el colectivo Brujas del Mar se movilizan para evitar más muertes, no para tener adeptos políticos, vaya tontería de sus detractores.