México.- La madrugada del domingo en el centro nocturno del Pedregal “Bar 27”, un grupo de jóvenes universitarios defendieron a una amiga que era acosada por miembros de La Unión.
Esto desató una pelea, pero, a decir de los testigos, el personal del bar sacó a tres de los jóvenes, los llevó al estacionamiento y ahí los dejó con los miembros del grupo delictivo.
Estos sujetos los golpearon, hincaron, amenazaron con armas, les metieron el cañón de las pistolas en la boca y finalmente los robaron.
Tras darse a conocer esta denuncia, la Fiscalía desconcentrada en Coyoacán abrió una carpeta de Investigación por los delitos de Lesiones Dolosas y Robo a Negocio. El robo a negocio, explicaron las autoridades, se dio porque los jóvenes reportaron que les quitaron teléfonos, carteras, y un Audi dentro de las instalaciones del centro nocturno.
Así lo revelan las primeras investigaciones realizadas por la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México (FGJ CDMX), que forman parte del expediente CI-FCY/COY-1/UI-3 C/D/00590/02-2020.
Como parte de las indagatorias, personal de la Fiscalía acudió al lugar y ahí se entrevistó con el personal de seguridad de la Plaza Polinesia, que es donde se encuentra el “Bar 27”.
Entrevistaron a uno de los representantes de la empresa de Seguridad Privada de la Plaza, identificado como Jesús Torres.
A pesar de que en sus instalaciones hubo una gresca en la que se involucraron alrededor de 20 personas, donde hubo al menos un joven con fracturas y otros más lesionados a golpes, el personal del “Bar 27” nunca llamó a la policía capitalina, tampoco a servicios de emergencia, o alguna ambulancia para que los ayudara.
El hombre, que dijo trabajar para la empresa México y Veladores S.A. de C.V, explicó que la madrugada de la gresca no reportaron ningún incidente, tampoco acudió ningún equipo de emergencia ni se informó sobre algo fuera de lo normal.
El hombre detalló que el “Bar27” cuenta con su propio equipo de seguridad privada, pero ellos no reportaron pelea o incidente alguno.
Quienes estaban en el lugar esa madrugada aseguran que el personal de seguridad del bar se dedicó a defender a los miembros de La Unión y a golpear a los jóvenes universitarios.
“Según iban a separarlos, pero la verdad es que les pegaron a los chavos, los patearon en el piso, lo pisaron, y luego los sacaron por una puerta que da al estacionamiento, es una puerta que solo usan sus invitados especiales o los socios o dueños, para no entrar por donde pasan todos”, contó un joven.
Los jóvenes Diego, Rodrigo y Santiago, fueron llevados a ese estacionamiento. Por algún tiempo sus amigos no supieron dónde estaban. Pensaron que los habían sacado del lugar y les llamaron por teléfono, pero no los localizaron.
Ahí, en el estacionamiento, aseguraron, los miembros de La Unión los encañonaron. Hicieron que se hincaran, les pusieron el cañón de la pistola dentro de la boca y les dijeron que iban a matarlos. Que el lugar era de ellos y que ahí “La empresa mandaba”.
En ese lugar suelen reunirse dos cabecillas del grupo delictivo. Se trata de Edgar Alan Robles Amaya, conocido como Bengala, y Hugo Mitzuru Hernández, a quien todos llaman Mitzuru.
Siempre son custodiados por los guardias del lugar, y suelen estar acompañados de sujetos que los cuidan o les sirven. Algunos identificados con apodos como El Capu, El Güero, El Pollo y El Baruch.
El Bar emitió un comunicado donde dice que su equipo de seguridad actuó conforme a los protocolos que tienen establecidos. Según ellos, sólo sacan a quien participa en la pelea y luego regresan a sus puestos a seguir trabajando.
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