Rubén Cortés.
A menos de dos semanas del paro nacional “Un día sin nosotras”, el gobierno no pudo dar las mejores noticias en su lucha por bajar los niveles de violencia en contra de las mujeres: en enero pasado fueron asesinadas 73 en México.
La cifra es del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y representó, sin embargo, una muerta menos que en enero de 2019, que fue el primer mes de enero del gobierno de la 4T.
Aunque María Salguero, creadora del Mapa Nacional de Feminicidios, tiene datos de espanto, reunidos de enero de 2019 a febrero de 2020, cuando registró los siguientes asesinatos de mujeres:
–746 a tiros
–150 a golpes
–135 a puñaladas
–100 con armas de uso exclusivo del Ejército
–66 estranguladas
–39 degolladas
–47 asfixiadas
–10 decapitadas
–17 lapidadas
–15 macheteadas
–Ocho a martillazos
–Cinco quemadas vivas
–Cuatro atropelladas
–Dos arrojadas al vacío
De todos modos, la disminución de un asesinato (si se comparan enero de 2020 con enero de 2019) representa muy poco, por lo que el trabajo de las corporaciones de seguridad no se acerca a exigido diariamente por la sociedad.
Sin embargo, el titular del Ejecutivo anunció que su administración “está atendiendo las causas” de la ola de crímenes de mujeres en el país, que ya provocó el emplazamiento al paro nacional nombrado “Un día sin nosotras”, este nueve de marzo.
Como sea, dejó claro que todo es culpa del “régimen de corrupción, injusticias y privilegios” heredado de gobiernos anteriores, aunque todavía no se conoce una estrategia oficial para frenar la tasa de feminicidios.
De las 73 víctimas de feminicidio contabilizadas en enero pasado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 22 fueron asesinadas con disparos de arma de fuego, 11 con arma blanca, 39 con “otro elemento” y uno “no especificado”.
El estado donde más mujeres fueron asesinadas fue el de Nuevo León, con ocho, seguido por Puebla (siete), Sinaloa (seis), Estado de México (cinco), CDMX (cuatro), Veracruz (cuatro), Morelos (cuatro), Chiapas (cuatro), Tamaulipas (cuatro) y San Luis Potosí (tres).
En la CDMX, donde se han desarrollado dos marchas violentas de grupos feministas en protesta por los feminicidios, se registró un crimen más que en enero de 2019, incluidos los sonados casos de Ingrid Escamilla y la niña Fátima.
Y en el Estado de México, apenas ayer, aparecieron dos cuerpos de mujeres sin vida y vejados: con el torso descubierto y heridas de arma de fuego en la cabeza, cubiertas con una tela negra y sólo vestidas con pantalones de mezclilla y tenis rosas con blanco.
Es decir, los feminicidios marcan la realidad del país.