Venezuela.- Juan Guaidó, líder de la oposición y reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, ha aterrizado en Caracas este martes. Guaidó ha hecho un llamado a reactivar las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro tras realizar una gira internacional por Europa, Canadá y Estados Unidos, que concluyó con un espaldarazo de la Casa Blanca. “Venezuela: ya estamos en Caracas. Traigo el compromiso del mundo libre, dispuesto a ayudarnos a recuperar la democracia y la libertad”, escribió en Twitter a su retorno. Maduro, quien se reunió con el canciller ruso recientemente, ha pasado a la ofensiva con un operativo policial en los alrededores del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, enmarcado por las sanciones económicas impuestas por Washington contra la aerolínea estatal de Venezuela, Conviasa. Seguidores de ambos políticos se han enfrentado momentos antes del aterrizaje de Guaidó en la capital.
El viaje de Guaidó se ha leído como una inyección de credibilidad para su proyecto político al apelar al apoyo de sus aliados en el extranjero y después de fracasar en su intento de sacar del poder a Maduro. La oposición espera que ese respaldo se refleje ahora en Venezuela y que se retome el ritmo de las protestas contra el régimen bolivariano que se produjeron en 2019. Guaidó ha prescindido de un operativo sigiloso para entrar por uno de los pasos fronterizos y ha vuelto a desafiar a Maduro, después de que hizo caso omiso a las restricciones que le impedían salir del país en enero. El regreso del opositor ha sido por la puerta franca: a la vista de la prensa, sus simpatizantes y sus enemigos.
Una delegación de diputados opositores anunció que suspendería la sesión de la Asamblea Nacional para trasladarse a Maiquetía, a cuarenta minutos del centro de Caracas, donde el equipo de prensa de Guaidó avisó de la llegada. Los legisladores han dado a conocer este martes por redes sociales que la Policía ha frenado la comitiva que iba a recibirlo y que han decidido caminar para poder acercarse a la terminal aérea. La llegada de Guaidó, reelecto como líder de la oposición el mes pasado, sucedió a las cinco de la tarde (hora local) en un avión de la aerolínea TAP. Su equipo de prensa evitó dar detalles de la procedencia para evitar que se sabotee su regreso.
La anticipación con que se anunció la llegada de Guaidó ha sido un arma de doble filo. El régimen de Maduro ha respondido con la toma del aeropuerto y el despliegue de efectivos policiales y de la Guardia Nacional Bolivariana desde la una de la tarde. También ha habido gestos simbólicos como la instalación de telas tricolores y banderas venezolanas por parte de la administración del aeropuerto en apoyo a Maduro. El operativo policial ha generado tensión y desórdenes.
En medio de las confrontaciones, la diputada opositora Deyalitza Aray ha sido detenida por la Policía. Grupos chavistas y trabajadores de Conviasa también se han presentado en el aeropuerto y han chocado con los opositores con puñetazos y empujones. Miembros de la prensa también han sido acosados y agredidos, y se ha restringido el acceso de periodistas a las inmediaciones de la terminal.
La escalada de tensiones ha estado marcada también por un trasfondo de mensajes y simbolismos bélicos. Desde hace un par de días, el régimen de Maduro ha ordenado el traslado a Caracas de material militar de alto calibre desde varias zonas del interior del país. Entre el arsenal se encuentra una serie de misiles tierra-aire, que fueron vistos en las autopistas que rodean a la capital y que finalmente fueron exhibidos en la base militar de La Carlota, contigua a la Comandancia General de Aviación. Esta maniobra se concretó después de que Maduro ordenara a las Fuerzas Armadas que realizara ejercicios militares en varias regiones del país.
El País / Alonso Moleiro