EEUU.- Qaw’mane Wilson, actor, bailarín y rapero de Chicago nacido en 1990, tardó poco en gastar la mayor parte de la herencia que le dejó su madre tras su violenta muerte en 2012.
Tan sólo ocho meses después de la tragedia, Wilson subió un video a redes sociales donde se le veía, literalmente, aventando el dinero de la herencia de su madre a extraños en el estacionamiento de un centro comercial. Había retirado 20,000 dólares de su cuenta bancaria “para los fanáticos”, explicó él mismo a la cámara.
La actitud de Wilson llamó la atención de sus familiares desde el día del funeral. Las autoridades tampoco tardaron mucho en sospechar de él.
“Simplemente parecía distante. No parecía devastado”, dijo a la web informativa DNA Info Zion Banks, primo hermano de la difunta, en referencia a la actitud de su hijo durante el sepelio. No se había acercado al ataúd y había preferido pasar la mayor parte del tiempo fuera. “Viéndolo en retrospectiva es más sospechoso”.
Wilson tenía tatuado el nombre de su madre, Yolanda Holmes, en el hombro. Ella lo asistía financieramente, le compraba ropa de diseñador e incluso le regaló un auto deportivo. Pero la fiscalía ha argumentado que eso no era suficiente para Wilson. Quería más, quería la herencia.
Este viernes, Wilson, de 30 años, fue sentenciado a 99 años de prisión por haber contratado a alguien para que asesinara a su madre. Eugene Spencer, el pistolero, recibió una condena de 100 años, reportó el diario Chicago Sun Times.
“La palabra es matricidio, que quiere decir el homicidio de tu propia madre”, dijo el juez del condado de Cook Stanley Sacks el viernes. “Lo que quería, su madre se lo daba. Un carro. Un empleo. Uno podría decir que era malcriado. Ella le dio la vida a Qaw’mane y fue su decisión quitársela a ella”.
Según registros financieros, Wilson retiró 70,000 dólares de la cuenta de su madre. Gastó el dinero en zapatillas deportivas, ropa de diseñador, una modificación a su Mustang ara que las puertas abrieran hacia arriba y 20,000 dólares los regló en billetes de 100 a supuestos seguidores de su música en un centro comercial.
Telemundo